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Pensando en alto

Redefiniendo las vacaciones

Tenía pensado escribir sobre lo que molesta trabajar en verano y cómo se vive eso. Mal. Pero voy a ampliar ese tema para hablar de las mal llamadas vacaciones. Y lo tengo que hacer ahora porque todos os marcharéis en unos días y seguramente cuando publique esto no lo leerá nadie. Tanto iPhone y tanta mierda pero a la hora de la verdad no volvéis.

Los pros y contras de faenar en época estival

Pros

  • No hay ni Dios por la calle y se agradece
  • Todo es más relajado ya que muchas empresas cierran estos días
  • Estamos solos en la oficina

Contras

  • No hay ni Dios en los autobuses y me da por culo
  • Hay empresas que mueven todos sus datos únicamente en verano para no molestar a las otras y me lo tengo que tragar todo
  • No tengo con quien echar carreras de sillas por los pasillos

Y esa es mi visión del primer asunto del día.

Semántica vacacional

Como no lo tenía muy claro y quería quedar bien con los eruditos del lugar me he molestado en tirar de RAE para definir vacaciones, una bonita palabra que siempre suele aparecer en plural sin ser una palabra compuesta como chupatintas, lameculos o calientapollas.

Vacación.
(Del lat. vacatĭo, -ōnis).
1. f. Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. U. m. en pl.
2. f. Tiempo que dura la cesación del trabajo. U. m. en pl.
3. f. p. us. Acción de vacar (‖ quedar un empleo o cargo sin persona que lo desempeñe).
4. f. p. us. Cargo o dignidad que está vacante.

Bien, ahí lo tenemos, el primer término que utiliza para explicar de qué va la cosa es «descanso». Las vacaciones son para descansar. Hay quien descansa en el sofá de su casa, en la playa, en los asientos traseros de un coche camino a Benidorm o quien descansa mentalmente visitando monasterios himalayos. Me da lo mismo, me da exactamente lo mismo, es su tiempo y hace lo que quiere para relajarse. Ahora bien, no sé por qué se insiste en llamar vacaciones a un momento de tu vida que destinas a pintar las paredes del baño, ordenar un garage, montar las piezas de una moto cuando nada de eso te relaja ni te proporciona ningún tipo de placer.

Es sólo que las vacaciones (como tiempo que dura la cesión bla, bla, bla) es el único momento en el que puedes aprovechar tu vida para apañar otros aspectos de ella. Y lo peor es ver que necesitas unos días y que al pedirlos no respondes que son para nueve días en Nueva York, si no para nueve días encerrado en tu casa aspirando mezclas de pinturas o polvo que te obliga a estornudar sí o sí de un mueble que intentas encuadrar entre la estantería y el armario de la tele. Y esto por no hablar de los que se pillan estos días y se los pasan acompañando a familiares en hospitales.

Lo peor, lo mucho más peor, es que yo no tengo días de esos hasta diciembre y que me toca compaginar las no carreras de sillas con el no descanso de las no vacaciones, que como ya sabéis, se acompañaron de un no FIB.

Pleno.

Visto en: Los que estéis por ahí, visitando sitios, traedme algo bonito. Qué menos.

5 respuestas a «Redefiniendo las vacaciones»

A mi me gusta aprovechar las vacaciones para hacer viajes, además de hacer cosas que no me da tiempo a hacer durante el resto del año. Si no, cuando pasan y repaso lo que he hecho, me parece haber perdido el tiempo… y eso no me gusta. Prefiero poder recordar que hice cosas que llevaba tiempo queriendo hacer…

En mi caso, aprovecho las vacaciones para que las tortugas me arañen (mira que había bichos que podían hacerme algo, y tiene que ser la triste tortuga) y lo que tenía ahorrado para viajar lo uso para el perro, que ahora tengo un 30% de descuento en el veterinario. Y no puedo decir que tendré vacaciones en diciembre porque Navidades es todo lo contrario a descansar.

Cuanto más descanso, curiosamente, es en la época de exámenes. Duermo más y, últimamente, voy a algún concierto.

A zetxek, ¿llevas tiempo queriendo meterte en un peto vaquero para pintar paredes? Y peor, ¿querrás recordarlo?

A Bea, si te lo planteas bien en Navidad (es decir, lejos de la familia, yendo a contracorriente de lo que el resto del mundo hace) sí descansas. Yo en exámenes no descanso más -ni menos- pero sí me relajo más fácilmente.

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