Categorías
Lagarto Pensando en alto Tecnología

Buscando el disco duro que más me conviene

La pieza que me falta para completar toda mi renovación informática es un sistema de almacenado de datos. Y esto es un puto jaleo, un maldito cachondeo. Hace seis años si querías más espacio sacabas el disco duro de la caja y ponías otro de 80GB. ¡80! Ahora con eso no vas a muchos sitios. Qué viejos os hacéis, hijos de perra.

Lo que tengo ahora

En el sobremesa tengo dos discos duros de 160GB cada uno, hasta hace nada estaban en RAID 1, de forma que lo que se hacía en un sitio se hacía en el otro, por si petaba alguno en algún momento. Ahora he desmontado ese sistema y cada uno almacena información diferente. El primero es donde está el sistema operativo, los directorios de los usuarios etc, y el segundo donde están las fotos, las series, las películas, los ficheros más delicados y la música. De esta forma si casca el disco duro que mueve todo lo referente al sistema operativo -que es más fácil que se estropee que el otro porque en este se lee y escribe más-, los datos importantes estarán a salvo. ¿Qué pasa si falla el otro? Afortunadamente hago una copia de todas las fotos en Flickr, la música que tengo me cabe en el iPod (no llegan a 20 gigabytes) y las películas y los datos más críticos están en un disco duro multimedia que hace de puente entre el ordenador y la PlayStation rebosante de .MKVs convertidos a emepegés. Las series y películas que no se puedan recuperar se vuelven a adquirir en la tienda P2P correspondiente, de esas 24/7.
¿Problema? Que por seguridad esa segunda unidad no se monta en el arranque y es un coñazo tener varios ordenadores y verte obligado a encender el sobremesa para coger un episodio, unas fotos o algo así. Lo mantengo compartido por SAMBA y por NFS desde hace un tiempo, pero de nuevo lo mismo, que por no tenerlo encendido todo el rato termino sin utilizarlo.

Lo que venía queriendo

A mí me gusta este cacharro:

Rugged
Un disco duro externo portátil Lacie recubierto de goma. Me gusta porque tiene FireWire 800, que eso sí lo trae el portátil y como mi objetivo es utilizarlo para almacenar fotos (es decir, mucha cantidad de ficheros relativamente pequeños) creo que agradeceré ese extra de velocidad de tranferencia. Me parece un capricho, algo caro, como casi todos mis caprichos. Y viendo la competencia (WD, Iomega, etc), los precios de los modelos de 500GB con esa conexión son apenas diez o quince euros más baratos. Así que no le doy muchas vueltas.
Escogí la configuración del portátil así precisamente por este disco duro (o uno similar), 160GB, 40 ya ocupadas debido a una máquina virtual de XP y que tengo intención de que se quede así pues creo contar con todas las aplicaciones convenientemente crackeadas que voy a utilizar. No quiero almacenar localmente nada «multimedia», quiero que sea la jaula de los gatitos de Apple.

Lo que me atrae ahora

Debido a que esta información estaría bien que fuese accesible desde diferentes ordenadores (incluso a la vez) la idea de un NAS o un disco duro de red cobra fuerza. Es más caro, pero no mucho más, es más feo (es un mueble más en medio de tanto cable) y permite acceso desde cualquier punto. Sinceramente la idea de tener que enchufarme por red y copiar aquí las fotos, editarlas y luego moverlas allí otra vez no me apetece mucho (sí, es cierto que con el disco externo el proceso sería igual, pero no se me hace tan engorroso).

La verdad es que es una solución intermedia entre lo que tengo ahora y el disco externo. Un disco externo compartido al que puedes hacer más perrerías por la red y al que aumentar la capacidad en un futuro (a costa de no poderlo mover de casa).

No tengo nada claro qué hacer. Me había puesto de límite 150€ pero este último sistema requiere una inversión mayor y no me hace ninguna gracia.

A ver si se os ocurre algo y me aconsejáis, que al bueno de WhisKiTo lo tengo ya frito con esta historia. Y ya sabéis que haga lo que haga, si todo va bien y no da problemas, ni se me ocurra comentar lo que terminaré montando porque no soy muy de reviews ni leches, a estas alturas ya habrán escrito mil entradas sobre estos productos y no creo que vaya a decir nada nuevo. Eso sí, si tiene cagadas, se sabrá.

Visto en: ¿Y dónde guaradas el pooornoooooooo?

Categorías
Pensando en alto Tecnología

Protectores de cabezales de cables

Ya va siendo hora de quitar las telarañas del blog, que alguna ya hay, de esas de casinos y pastillas. En fin, al tema. Te compras un portátil caro y el resto son todo gastos. Dar de comer al bueno de Brooklyn me está saliendo por un pico, no se puede tener dinero y mil caprichos a la vez.

Inmediatamente después de conseguir pedir el monitor a LIDELL busqué alguna solución barata para conectar el Mac a él, fui de cabeza a por un adaptador de MiniDisplayPort -que es algo que utiliza Apple y poco más- a HDMI, lamentablemente los de Apple no «se acordaron» de mandar el sonido por esa vía así que por el extremo de HDMI sólo recibiré imagen, pero bueno, para el monitor genial, ya veremos cómo me lo monto para conectarlo al televisor. Afortunadamente el aparato llegó en tres días, ni uno más ni uno menos, y la verdad es que me parece un monitor cojonudo, tiene una resolución que permite ver un mapa de Rusia al 100% con una escala 1:1. Bueno, sí, me estoy flipando un poco, pero yo creo que San Marino sí cabe.

El adaptador lo compré por cuatro perras (llamadas Lulé, Chispitas, Cuqui y Dama) junto con un lector de tarjetas por USB a la conocida tienda china que mencioné hace año y pico. Y yo creo que desde entonces han ido inflando los precios -que siguen siendo de risa, sí, pero te sacan menos «jas» que antes- y a la que no volvía desde que me compré el conocido sable láser. Ciertamente, me sigue pareciendo una putada que el portátil sólo acepte tarjetas SD, las de chica, vamos. Llevo tres párrafos y no he dicho absolutamente una mierda, a ver, centrémonos, el paquete oriental ha llegado hoy.

Lo he abierto este mediodía, que es cuando me he despertado, y he visto que el cabezal del mencionado adaptador venía protegido por una pieza de plástico. Igual que como viene el conector de corriente del portátil (MagSafe, una puta maravilla).

Os describiría detalladamente cómo es, pero estoy vago, así que la pieza de plástico duro ligeramente transparente que se coloca justo en la conexión metálica (cabezal) del extremo del cable macho (el que se introduce en otra pieza) acoplada al cable propiamente dicho, de pequeño tamaño y peso despreciable se quedará sin sus palabritas porque le he hecho una foto de forma que la idea de su forma se materialice en vuestras mentes con un golpe de vista, aquí tenéis ambos conectores protegidos, el adaptador de corriente y el adaptador de vídeo:

Cabezales protectores de cables

Y joder, la idea está guay, ¿no? Piensas, «Qué chachi piruli guay pelotilla que ahora traen protector», «Qué detallazo de los chinorris que hasta copian eso», «Qué poco tiempo voy a tardar en perderlo».
Porque se ve a la legua que es así, mientras no lo usas está genial, lo dejas puesto, pero cuando lo conectas lo dejas por ahí en cualquier sitio y adiós. Mantengo todavía el de corriente porque no he movido a penas el ordenador de casa. Me corrijo, porque nunca he sacado el adaptador de corriente de casa, está en su mesa, lleva en el mismo sitio desde que salió de la caja hasta hoy. Cuando me dé por llevarlo a… no sé, la Mansión Playboy o algún lugar cualquiera donde suelo pasar mis vacaciones, sé que se perderá, y sé que me joderá. Sí, sé que estaré rodeado de conejitas cachondas haciéndose pruebas de infecciones vaginales, me pedirán por favor que les ayude a hacer la cama donde duermen juntitas y sin ropa y tendré que decir que no. Que no, porque me habré pillado un mosqueo intentando encontrar el puto protector que no cuesta ni un puto céntimo por toda la puta planta de ese edificio. Y así, damas y caballeros (y con esto concluyo) no hay Dios que esté de vacaciones. Maldita la hora en que los californianos metieron ese trozo de plástico.

Visto en: Dialestrín.

Categorías
Cine y TV Citas y frases Lagarto

Suntory time

Suntory Time

Suntory Time

But the good news is, the whiskey works.

Bob Harris.

Visto en: For relaxing time, Lost in Translation.

Categorías
Blogs Pensando en alto

Los premios a los blogs

Seré breve porque aunque el tema puede desarrollarse hasta límites desconocidos a día de hoy por la especie humana, nos lo podemos ventilar a una velocidad flashgordoniana. Los premios a los blogs son una estafa (yo nunca he participado en ninguno que recuerde) y es que debería caérsenos la cara de vergüenza con este asunto, lástima que los guays y los yupis de este mundillo estén tan bien acostumbrados a chuparse las pollas mutuamente en pos de conseguir mejor posición. Que más que una comunidad parece la administración pública.

And the Oscar goes to…

Hay tres variedades de bitácora dentro de este mundillo que se llevan la palma, los que se apuntan a «Mejor blog», «Mejor diseño» y «Mejor podcast». ¿Por qué? Pues por ejemplo, porque nadie en su sano juicio puede presentar una candidatura a mejor blog si actualiza una vez al mes y el contenido no llega ni a mediocre. Lástima que tenga muchos amiguitos de internet que le votan.
Tampoco entiendo que se presente a mejor diseño un blog normalucho con una plantilla que se ha cogido de cualquier sitio buscando «WordPress Themes» en Google, primero porque no es original y se pueden presentar muchísimos blogs con el mismo diseño, segundo que suelen estar a medio traducir (On Category, Name, URL…) y tercero, la suma de los anteriores ya nos dice el poco cuidado que se tiene por el diseño en ese blog y lo poco que se molestan. Lástima que siguen consiguiendo enlaces y votos.
Finalmente, no se debería permitir participar a un podcaster, que en origen es charlatán y viene con el tema aprendido, y que la palabra que más repita sea «Eh…». Porque no, coño, que eso carece de sentido.

Y nada, que yo lo entiendo, no os creáis, es más fácil y económico montar un sistema de votos que colocar a tres o cuatro personas ejerciendo de jueces imparciales que revisen cada punto de cada blog.

Pues eso, que muchos de los que alardean de monigote y enlace a 20 Minutos con el texto «¡Vota mi blog!» debería darle una pensada más por pura coherencia. Si no valoramos esa virtud, pues adelante, a buscar votantes como en una campaña electoral, al menos aquí se respetan a los indecisos y el voto en blanco, como este post.

Visto en: Llevaba un tiempo tocándome las pelotillas.

Categorías
Música Pensando en alto

Fama, ¿qué coño es el funky?

Después de comer acostumbro a tirarme en el sofá (ojo a la preposición, no al sofá, que el sindicato de muebles violados siempre está al acecho) y dejo que me intoxiquen con el contenido de la televisión. Veo Fama, las audiciones, o como dicen los participantes canis -que son una mayoría-, los cástines.

Cada vez que lo pongo recuerdo la comparativa que hizo el señor Aloisius (pronúnciese con falso acento argentino vasco-castellano) entre Fama y su vertiente americana. No hay color. Pero bueno, entretiene, y aunque haya chicas a las que… joder, que ni con un palo de veinte metros, hay otras a las que… joder, un palo de veinte centímetros sí (pichacorta el último). Así que bien, Coca-Cola Zero en mano.. ¡y a bailar!

Resulta que en este país de artistas, de Nachos Duatos, nadie baila bien (para mi gusto), dicho de otra forma, lo que bailan me parece una basura like a top of a pine de big. Mira, mamá, me he vuelto ingenioso y graciosete.

Vamos a ver, que igual no pillo la mecánica del concurso, pero esto es algo así:

  • Llega un tipo: Hola, soy Jonathan Lolailo, tengo 22 años y mucha pluma. Hago funky con un poquito de… bueno, ya veréis.

Bien, y va el tío, se pone la capucha, se sube la cremallera de la sudadera, se la baja, se quita la capucha, se pone una gorra, cruza los brazos, se pone de perfil y encoge los hombros. Todo más o menos al ritmo de la música (Nelly Furtado, si no os suena, tranquilos, es fea y sus canciones son malas a rabiar -tiene un cuerpazo sí, pero desdice mucho-).

Le dicen que muy bien (que le ha faltado fuerza) y que ya verán.

Caso dos;

  • Llega una chica: Hola, zoy Gienina, tergo 19, vío en Cái peo nací eh Brazí. Via bailá funky peo mezclao con flamenquito, ¿eh?

Y bien, la chavala, de rosa y amarillo como mandas los cánones (para los de la LOGSE, esto no tiene nada que ver con la SGAE), unas deportivas con la lengüeta por fuera, bien grande, y unas mallas que marcan las bragas de la moza. Se sitúa con un brazo en alto y el otro a la altura de la cintura, las manos colocadas de manera que parece que se va a arrancar por bulerías a ritmo de un guitarra española y un grito gitano de esos de «Ayyyy… yyyy…». Pero nada, dan al play y suena un trozo de la misma canción que había puesto nuestro amigo mariposón, la chica salta, se arrodilla, se abre de piernas (vemos que tiene experiencia en este campo), agita la cabeza cual heavy sucio en una orgía musical de Megadeth, estira un brazo hacia adelante, el otro hacia atrás, hace como que cabalga sentada, se tira al suelo, rueda y fin.

Le dicen que muy bien (que le ha faltado personalidad) y que ya verán.

No tiene nada que ver un baile con el otro. Me meto en la Wikipedia, parece ser que Stevie Wonder es uno de sus exponentes, de un ciego con piano a una medio portuguesa que vive de sus caderas hay un salto cuantitativo y cualitativo. Otro es James Brown, esto tiene que ser una broma.

Yo sé que el magnífico Flea y Kiedis, alias «Diastema», tienden a «jugar» con este estilo quitándose las camisas y metiendo ritmos funkys en las primeras canciones del grupo (Red Hot, por si hay algún hijo de perra ignorante leyendo esto) pero para bailarlo se limitan a saltar, encoger las rodillas en el aire y seguir botando. Nada que no hicieran los Who a finales de los 60. Así que no cuenta, porque vamos, sólo falta que ahora Roger Daltrey sea funkarra.

Resumiendo, que se van sucediendo los concursantes y todos con la misma cantinela del funky salvo dos o tres chicas con preciosos cuerpos de bailarina que hacen algo diferente, lo que suena clásico para esta peña es lírico, sí, incluso aunque no se cante y toda la canción sea instrumental.

Es lógico que no vaya a salir nadie bailando un vals. Por dos motivos, primero porque se baila por parejas y aquí participan de uno en uno y segundo, porque se ve a la legua que los profesores o las personas encargadas de realizar las audiciones no tienen ni puta idea de nada anterior a mediados del siglo XX. Tienen un tío para el break-dance (que queda muy bonito en Youtube), otro que pensé que era gay y resulta que se pone palot con Melody para el puto funky, una rubiaza de esas que dejas que te inviten a cenar para el Jazz Fusión (un estilo donde cabe toda la música del eMule -incluso la buena-), y para de contar. Con esto es fácil ver que quieren imitadores de Justin Timberlake o calvos depilados marcando músculos en un escenario detrás de Madonna.

Pero oye, que me pierdo, esto del funky, ¿cómo cojones va?

Visto en: ¿Funky? ¡Brewster!