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Lagarto Pensando en alto

Problemas de altura

Hay quien opina que ser alto es casi una bendición divina, algo grandioso. Ha llegado el momento de desmitificar esto, he llamado a Adam y Jamie, pero con el incendio de California estaban liados. Me toca salvar los muebles a mí solito.

Comenzaremos por las evidentes ventajas que no me atrevo a obviar, en un concierto ves, te llega el aire a la cabeza, no tienes problemas para coger aquello de allá arriba, puedes localizar los mejores sitios del bus nada más entrar, la gente se amedrenta si te ve grande (y más si te pareces a Hagrid, como yo) y eso te ahorra problemas, con las piernas más largas tardas menos en llegar a los sitios y mantienes un paso rápido…

La cara B del asunto llega (en mi caso) en los complejos, y es que (creo que casi todos) los denominados «altos» tenemos un gran complejo de bajitos. Cruzarme con alguien de la misma o mayor estatura que yo me supone estirarme al máximo marcando mi territorio cual perrillo con la patita levantada en su rincón de siempre. Quiero ser más alto, mi metro ochenta y muy muchos o noventa y muy pocos (sinceramente, ni idea) no es suficiente, y me deja en un «alto del montón», y eso es frustrante. No eres el más alto. Aunque todo esto es un absurdo montón de tonterías, sobre todos si conoces las desgracias de los que medimos más de la media.

Como norma general, dar una vuelta en el R5 de tu amigo es incómodo, y se complica exponencialmente si en el trayecto has de amoldarte en los asientos traseros. Siguiendo con los ejemplos de antes, en un concierto no dejas ver a los que tienes detrás, y te cansas de escuchar «joder, es que este tío no me deja ver», no me siento culpable (haber crecido, so mamón), pero comprendo al hombre. A primeras, si es una cándida damisela, le dejas que pase delante, eso es caballerosidad, pero al ver que esa joven va armada con su ejército de amigas (nunca menos de siete) el que ni ve ni escucha eres tú, eso es estupidez.

Con las estanterías, cierto, llegas a todo, y eso supone que mi madre me haga bajar tres pisos (desde la buhardilla hasta la cocina) a todo correr porque urgentemente necesita el tarro del fondo de arriba a la derecha o cualquer otro recipiente o utensilio de cocina, cosa cualquiera del estante del súper, libro de la estantería, o caja del garaje… Y uno termina cansado de ser el chico para todo, ya que difícilmente los trabajos acaban una vez entregado el paquete a su dueño. Pero es mi madre, y trago con gusto.

Que la gente te «tema» puede resultar gracioso, pero dificultad mantener una relación normal con el pobre abuelo a quien le preguntas por una calle (a sabiendas de que crea que le voy a robar la pensión de este mes). No resulta muy amable, por mucho que sonrías tontamente y repitas por favor y gracias, cuesta mucho conseguir un «de nada, majo». Tampoco es agradable que te confundan con un asaltante sólo por ser más grande que él.

Finalmente, lo más doloroso, ¿sabéis la de veces que una señora mayor (inconscientemente) ha levantado de sopetón el paraguas metiéndome la varilla en el ojo y haciéndome que visite urgencias? No le cuesta mirar, pero «Uy, perdona, no te había visto, mozo, como eres tan grande…» Precisamente por eso señora, precisamente por eso.

Visto en: Seguro que alguien puede corroborar algo, ¿no?

22 respuestas a «Problemas de altura»

weis
Madre mía, no veas si que es incómodo ser alto para algunas cosas XD.
Yo no es que sea muy alta (1.62 o algo así), y la verdad es que tengo que estirarme siempre para coger cosas o mirar a la gente a la cara jeje, pero bueno me ha tocado ser bajita y también tiene sus cosas buenas, aunque a veces unos centrímetros de más no me hubieran ido mal :).
Bueno pues disfruta de tu altura y yo de mi bajura jejeje
besis

Coincido contigo, ser alto tiene sus ventajas y sus inconvenientes…

Y lo del complejo me pasa algo parecido pero en «grande». Osea, yo soy alto y grande (gordo) y cuando entra alguien «en la sala» mas mastodontico que yo me toca los cojones. Si hay que ser grande yo soy el que mas, no vengais a tocarme los cojones…

Y bueno, si, la gente no se fia por ser una mala bestia, eso es una putada.

¡Yo lo corroboro! Mi 1,87 me ha causado ya alguna de las «molestias» indicadas en el post. Es una cabronía el que las señoras te digan eso de «es que no te había visto, majo». Y lo peor de eso es que mis pies van a cordes con mi estatura y calzo un 46/47 con los consecuentes pisotones de la gente en el transporte público. Es cierto también lo del complejo ese que comentas, a mí me ocurre sobre todo en Media Markt, que hay un vendedor que mide «la de dios».Por lo tanto, ser alto tiene ventajas, si, pero no tantas.

Tranquilo Tabernero, aquí donde me tienes calzo un 48.
Alexliam, nunca había oído lo del complejo por grande, y yo tampoco es que sea un fideo, pero por lo general me da igual que el otro sea más o menos delgado, sólo era la altura.
Nacho y Gloria, podéis estar tranquilos, al menos, estáis a salvo de los techos, otro de nuestros peligros.

Estabamos sentados. Pero es normal, le prestábamos más atención a tu MacBook que a nosotros mismos ;)

Yo mido 1’71 y hasta hace unos años era alta, las tías en España eran más bajas. Ahora ya no se me considera alta porque hay muchas jóvenes de mi altura y más, pero a la vez no soy precisamente una fémina delicada a la que proteger entre tus brazos con lo que estoy desubicada. Aún hay gente que me pide que les alcance cosas porque soy alta, pero o miden de 1,60 p’abajo, o tienen más de 40 años XD

Lo de los pies grandes, lo mismo. Desde los 13 años, si no antes, calzaba ya un 39, que en la España delnaranjito suponía no encontrar zapatos de tía. Ya, un puto 39, y no había casi nada. Aprovechaba mis visitas a la familia inglesa para pillar ropa y calzado. Ahora resulta ser una talla totalmente normal la 41 que gasto :P

A veces me gustaría ser bajito también.
Con 1’87 de altura, entre los paraguas que mencionas que me habré comido, marcos de puertas cabeceados, pinreles fuera de las camas en casas ajenas … ser alto tiene muuuchos inconvenientes … pero, y lo que nos gusta hablar con gente que tiene que mirar para arriba? JOJOJO! :P

Pues eso que comentáis no es lo peor. Lo peor es medir 1,80 a los 14 años y después de más de 10 años medir… ¡1,83!. Eso si que jode. Y que a esa edad le sacaba a mi hermano (un año menor que yo) una cabeza y ahora él me saque 5 puercos centímetros… no comment.

Has dado en el clavo, yo con mi 1,90 y que visto de negro no hay manera de que me digan la hora o me den fuego (di que el tatoo y el pelo largo ayudan en fins). Pero lo peor de todo, y que no comentas en tu estudio/pataleta ;P es que por el mero echo de ser alto tengas que jugar a basket o volley, en mi caso ocho años jugando a basket para conseguir una bonita lesión de rodilla (tendinitis rotuliana y no se que coño de menisco se llama la cabr%&$).

Pos nada más saludines varios.

Xabier
http://www.dulcemorgue.net

Creo que paso el 1’75, por poco, pero lo paso. Si además añadimos que, como mi padre, parezco más alemana que española… cuento con que me agobio menos con las cantidades ingentes de personas en los conciertos, pero tengo que cederle las primeras filas a mis amigas, que suelen ser más bajitas (aunque como ahora nos hacen en tallas más grandes, siempre hay alguna cercana en altura, y a veces no soy la más alta).

Normalmente, el 90% del tiempo o así, estoy encantada de mi altura pero me alegro de encontrarme con una chica más alta. Prefiero ser la 3ª más alta que la 2ª o el temido «la más alta». Sobretodo si la diferencia con la siguiente más alta es bastante perceptible. Y la sensación es más acomplejante cuando la compañía es masculina y soy la más alta del grupo.

Si ya tengo problemas para calcular la distancia entre mi brazo y los picaportes (y el marco, y el escalon, y la mesa que lleva toda la vida en el mismo sitio…), haz cálculos de como me va con los techos y las ramas bajos.

Y la última gran desventaja es que todo el mundo tiene una opinión sobre si debo o no debo llevar tacones.

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