Categorías
¿Cómo hago para...? Pensando en alto Tecnología Vídeo

Dos chuminadas que me gustaría tener en el navegador

Damos por sentado que un ordenador sin conexión a internet sólo sirve para trabajar sin distracciones. La mayoría de la actividad que se realiza en internet suele llevarse a cabo mediante un navegador web, una herramienta básica que encontramos en muchos dispositivos y que, en mi caso, me da de comer (y pese a que me pagan una basura debería comer menos, o mejor).

El ritmo de actualización de los navegadores asusta, cada dos por tres aparecen cualidades nuevas que ofrecen servicios interesantes. Aún así hay un par de cosas que llevo mucho tiempo queriendo ver y de las cuales no tengo noticias. A ver si alguna de esas personas que se dedica al desarrollo del software me las plagia y las introduce como extensión o… bueno, me animaré a ser yo esa persona.

Historial de búsquedas independientes para cada página

Cuando realizamos una búsqueda dentro de una página, no me refiero a un buscador de calidad contrastada como Altavista, quiero decir a buscar algo dentro de una página concreta se nos resalta el texto que coincide con la cadena de búsqueda y saltamos a la siguiente coincidencia con un intro. Si abrimos una nueva pestaña y realizamos otra búsqueda en otra página diferente se abrirá la misma cajita de búsqueda (con el texto anterior) y perderemos la búsqueda original, me explico, si volvemos a la pestaña primera y volvemos a buscar, la caja de texto contendrá la cadena de la segunda búsqueda. Mi petición no es más que un historial de búsquedas que relacione una URL con una serie de cadenas y que al llegar a esa página se compruebe si previamente se ha realizado una búsqueda allí o no, si existen datos, se carga la caja de búsqueda con el texto correspondiente (que será el almacenado en ese historial a modo de diminuta base de datos que guarda los términos buscados en cada web) y si esa página no se encuentra en esta relación de páginas y términos de búsqueda, se muestra la caja en blanco.

Bola extra. En muchas ocasiones lo que buscamos no es texto plano, sino un enlace (a una página o un fichero), ¿por qué no seguir ese enlace desde ahí? Es decir, realizas la búsqueda, el navegador te resalta el resultado, ejecutas un atajo de teclado y simulas el evento onClick y te ahorras el desplazamiento del cursor hasta el objetivo resaltado y el mencionado clic.

Un ejemplo aclaratorio: quiero ver un episodio de South Park. Enciendo el portátil y abro mi navegador favorito (en mi caso, Google Chrome), carga la aplicación y con CMD+L, Control en sistemas no OS X, me sitúo en la barra de direcciones, pulso la tecla S y automáticamente se carga como destino seriesyonkis.com, intro, carga la web, CMD+F para buscar, escribo S porque es el título de la serie y aparece autocompletado con el último resultado almacenado para esa página que empezara con esa letra (imaginemos, Sherlock) y debajo las otras opciones, otros resultados anteriores que comienzan por la misma letra (supongamos, Star Trek, Sons of Anarchy y South Park, al escribir la siguiente, la O, se quedan en dos, (Sons of Anarchy y South Park), seguimos con una U y el autocompletado cambia a South Park, bingo, hacemos CMD+Intro (por ejemplo) y se seguiría el enlace a la página de episodios de South Park en una pestaña nueva. No hemos necesitado el ratón y toda la operación no nos ha llevado má de unos segundos.

Ahora suponed que en lugar de una serie de dibujos buscamos un PDF en una lista interminable de una página de la administración correspondiente. Exacto, más cómodo.

Reproducciones dependientes del foco y controles por pestaña

Siguiendo con el ejemplo del episodio de dibujos animados, imaginad que lo estáis viendo pero, por lo que sea, necesitáis acceder al escritorio, a una carpeta del disco duro o a otra página de internet en medio de su reproducción, pues no costaría gran cosa que al perder el foco del reproductor de vídeos (esto es, al dejar esa pestaña en segundo plano) se interrumpa hasta que volvamos a mostrar interés por ella devolviéndole el foco (colocándola en primer plano). No tendría sentido en servicios musicales como Grooveshark, Goear o incluso Youtube, pero por eso podría configurarse. Ni hablar de lo bien que vendría para pausar con un simple cambio de aplicación o de pestaña cualquier juego ejecutado en el navegador en horas de estudio o de oficina. Guiño, guiño.

Bonus track. No hay cosa que más nos joda que una página con música. Bueno, sólo una, una página con música donde no encontramos el botón con el altavoz tachado. Me parece deleznable que, aparte del susto que me llevo al descubrir que hay una mierda desconocida sonando, me obligue a pulsar mi botón de silenciar el equipo (y por tanto mi música) hasta que doy con la ubicación de ese botón en Flash. ¿Solución? Ofrecer controles para activar o desactivar los sonidos y los vídeos a nivel de pestaña desde el navegador. Mostrar debajo de la barra de marcadores o de dirección un mensaje como «[X roja] La página actual intenta reproducir sonidos, ¿desea activarlos? [Botón Sí] [Botón No] [Botón Nunca en esta web]» y Santas Pascuas. Adiós a los bolos que se caen, las alarmantes bienvenidas a ofertas que están en el pie de la página y cuando accedes ni siquiera las ves, pero ya te hablan. Confieso que esta funcionalidad esperaba verla ahora que los navegadores interpretan las etiquetas audio y video pero son elementos que se escapan del HTML comprendo que a los anunciantes no les haga ni pizca de gracia y sólo eso ya me da la razón en mi petición.

Y ahí dejo mis ideas, no os servirán para montar un imperio si las lleváis a cabo, pero harían de internet un lugar todavía mejor y no os costarían más que algunos de los productos que San Pancracio ofrece para que me compréis en Amazon. Que sois unos bandidos agarrados.

Visto en: Y quiero…

Categorías
Pensando en alto Tecnología

Del abaratamiento de la presencia en internet

Antes decían que para ser alguien en el mundo tu empresa tenía que estar en internet. Con todas las de la leí, «www.griferias-rodriguez-fernandez-e-hijos.es». Con la arroba que daba vueltas enganchada a un mailto que terminaba en @hotmail.com. Nadie sabe muy bien qué ofrecían esas páginas que nunca se actualizaban, a veces ni siquiera contaban con dominio propio. Aquellas webs, realizadas por los sobrinos del gerente (quien tenía la oficina en un garage) y se firmaban como Webmaster Juanito pasaron a mejor vida no hace tanto tiempo.

Algunos pensarán que esto es normal en caso de las PYMES de provincias, porque puedes comprar un tubo de escape de un Ford a una tienda diminuta de Pennsylvania con un coste de envío considerable pero una tienda de pomos de puertas de por aquí te hace llamarles por teléfono y pasarte por allí con un coste de paciencia considerable. Llamadme raro, pero yo, un tipo que ahora mismo lleva una camita de amplificadores Marshall y unos vaqueros de Springfield que se pondrá una camiseta de Veranoski para dormir, he cambiado más pomos que piezas de coches. Pero no, las grandes marcas estaban igual. De hecho Zara ha estrenado su tienda online ahora, hace unas semanitas.

Pero, ¿qué pasa con los que no quieren vender, los que siguen buscando únicamente dejar su huellita en la red, los que querían un dominio temporal (como las películas)? Éste último caso siempre me ha gustado por lo tonto que resultaba, cualquier película chorra sobre la que se hablará escasamente la semana de su estreno y la siguiente, sacaban el cartel y ponían debajo, «www.la-gran-pelicula-chorra-del-2005.es». Y entrabas, y había un tráiler (época pre-Youtube), un parrafito que derivará en la sinopsis del reverso de la cajita del DVD y nada más. Hale, un dominio a la basura por no poner «www.nombre-de-la-distribuidora/la-gran-pelicula-chorra-del-2005». Que son unos eurillos que se meten los de márqueting, no por el dominio, sino por el tinglado de mantener eso, el ancho de banda que consumía el vídeo, por ejemplo. Fácilmente podía contar con un presupuesto de un par de miles de euros, sólo para esa chorrada, el .es, .fr, .co.uk…

Pero entonces la cosa giró y llegó lo social. Y arrasó, y la gitanada de «www.servidor-gratuito.com/webs-cutres/la-empresa-de-mi-tio» pasó a ser la gitanada de «www.facebook.com/adidasoriginals». ¿Y qué pasa? Que Adidas parece molona, que esa URL aparece encima de la web corporativa (oficial) de la marca alemana y ofrece seguramente la misma información más la que añaden los usuarios que la página web propia de la empresa por un coste ridículo. Casi despreciable porque el sueldo del becario que lleva esa web lo paga Adidas más el resto de empresas cuyas páginas de fans y canales de twitters maneja al mismo tiempo durante 12 horas al día. Nada de malgastar ancho de banda con vídeos, de pagar dominios para cada sección, de subir imágenes de 3000 píxeles de ancho que luego se reescalan a machete con los parámetros de la etiqueta img a 350. Todos ganamos, supongo. Está claro que las páginas amarillas desaparecerán para dejar hueco a este nuevo directorio de empresas que trabaja tanto a nivel local como mundial.

Y ya nadie es cutre. Ya no hay fondos horteras en páginas de Hispavista con publicidad.

Visto en: Réquiem por un «Community Manager» que conocí el otro día en un foro presencial con Martin Varsavsky, importante que se vuelve uno con los años.

Categorías
Apple Música Pensando en alto Tecnología

El extraño reciclaje de logos de Apple

Por si no os habéis enterado, hoy ha habido una presentación de productos de Apple, la antaño empresa informática que producía ordenadores y hasta hace nada sistemas operativos decentes para ellos. Y he de decir que ha sido de las más graciosas. Para mí la que más. También se debe a que llevo una semana algo más hijo de puta que de costumbre, pero me ha encantado ver a Jobs pausar sus discursos, como bien tenía programado, para que el público aplaudiera y, al ver que aquello no tiraba, retomar disimulando con cara de extrañeza y un «Woops!» su palabrería. Hasta él se ha dado cuenta de que la gente, avispada, miraba con extrañeza ese reproductor Blusens de Carrefour (o DealExtreme) que presentaba como iPod Nano, y que no puede pegarse 10 minutos para hablar de un iPhone sin capacidad de llamar. De verdad que me he reído mucho. Tal vez sea por haberla visto en vivo a traves de una web que han facilitado, de esas estándares que sólo funcionan en Safari. Ah, sí, también han cogido una Play3, le han quitado la capacidad de jugar, la capacidad de almacenar datos, la capacidad de hacer pesas con ella y la han rebajado el precio a una tercera parte. Han mantenido el color, blanco Apple. Y tal. No, es coña, que tengan los huevos de decirme que no hay en el mercado productos que cumplan esas funciones facilmente cuando llevo haciéndolo sin molestias años desde mi consola… Pues eso, ¿quién lo va a aplaudir?

En el apartado del software, aparte de un parche para los móviles, han dicho algo de actualizar iTunes. Más risas. Una red social con nombre de comando de red (que llega un porrón de años tarde o unos pocos menos) que ha servido para que veamos cómo nos intentaba hacer creer que era el fan número uno de Lady Gaga -quien antes de lanzarse al público la aplicación ya contaba con unos falseados 90.000 seguidores y escuchaba a Metallica-, momento en el que el vídeo se cortó, por cierto, un par de veces (eso hace… unas tres millones menos que cuando hace años lo seguí por Applesfera). Una curiosa herramienta que no voy a actualizar en absoluto ya que las asombrosas novedades que trae no me sirven ni para darles por cool. Quieto. Respira.

Pero me mola su logo. Ha sido amor a primera Vista.

Microsoft Windows iTunes Edition

Nada más verlo he soltado otra carcajada, porque una cosa es que le manguen a Atari y otra que se lo levanten a la empresa a quienes llevan años criticando por imitarles el estilo. Igual ha sido sólo mi cabeza la que ha visto el parecido (y ha decidido montar ese bonito collage en un programa sin licencia)

No me quedan más palabras amables para hoy. Voy a seguir estudiando, con los cascos en mi nada brand new pero sí bonito mazacote iPod con vídeo al que le sigue fallando la clavija, ese que ya no permiten comprar. Vintage.

Visto en: Apple Special Event Septembre 2010.

Categorías
Pensando en alto Tecnología

Accesibilidad web extrema

Vengo de comentarlo con WhisKiTo en una de estas tardes de cañas y fotos. ¿Cómo haces que una persona ciega y sorda entienda una pagina web? Sí, lo he soltado a lo burro, como me hicieron a mí. Miento, yo contaba con unos antecedentes. Muchas empresas y cualquier corpúsculo de la Administración exige que su página (que suele ser una aplicación web en JAVA con Oracle, que hace que WordPress parezca tan básico como un chupete) cumpla ciertos requisitos de accesibilidad. Es decir, la página debe poderse navegar con cualquier navegador, con cualquier configuración y hasta con una piedra atada a un cable, quitando todo lo bonito (y lo feo), que es en lo que todos pensamos cuando nos hablan de esto en parte debido a la facilidad de tener un espacio en la red hoy en día.

El problema se lo encontró un compañero con la gente ciega, no lo vieron venir (ups), que al rellenar un formulario se encontró con un Captcha (esas caja de texto que insisten en que introduzcas los códigos autogenerados y malamente pintados que aparecen por ahí con el objeto único de saber si tienes o no humanidad, y siempre falla) y esta persona, al ser incapaz de conocer qué palabra se escondía tras la imagen, activó (imagino que de forma automática) el Captcha de voz, un programa que «lee» lo que aparece en la imagen o bien algo completamente diferente, depende de cómo se haya programado. Para los más curiosos, en este sitio web se utilizó JCaptcha y, como nunca se les había planteado el caso, se modificó lo mínimo, esto quiere decir que el sintetizador de voz está en inglés. Llamadme raro, pero parece que no puedes obligar a nadie a que aprenda inglés. De forma que se tuvo que programar una aplicación que leyera «La M con la A, MA» y no «mei». Un trabajo de enanos ya que lo que hay desarrollado no era compatible (no me enteré muy bien del motivo porque ese proyecto me toca de refilón). Pensaréis que ya es casualidad y mala uva que una persona se encuentre con este problema y encima se queje, que en su derecho está. Pues ojito, que por lo visto llamó otra segunda persona, también invidente, abroncada porque no conseguía finalizar sus gestiones. Paciencia, señora.

Después de este marrón ya nos metieron más miedo en el cuerpo (aunque repito que a mí ni me iba ni me venía) con el caso de una persona que, por el motivo que sea, no fuera capaz ni de ver ni de oír. Una persona que como cualquier otra paga sus impuestos religiosamente y que tiene derecho a disfrutar de las ventajas de este tipo de recursos en línea que algunas comunidades autónomas ofrecen. ¿Qué haces? No estoy metido en el tema, pero da para pensar, ¿cómo se idea, diseña, construye una página que no va a leerse ni en voz baja ni en voz alta? Con una única persona que se queje sobre esto la vamos a tener montada. Porque a ver quién le quita la razón.

Discutidlo con vuestra familia a la hora de la comida, mientras os dejo una pregunta simplona y obligada, ¿alguien que lea este blog de alguna manera que no contemplo? Es decir, si hay algún ciego entre vosotros y necesite de herramientas especiales que reproducen lo que escribo. Si se da el rarísimo caso, que se anime a compartir la experiencia.

Ahí os lo dejo, con la magdalena del desayuno. Yo a las seis arriba. Qué bien se está de vacaciones, ¿verdad?

Visto en: Capture.

Categorías
Pensando en alto Tecnología

El software de las administraciones públicas for dummies

De vez en cuando salen noticias que cuentan cómo un departamento o unas oficinas de un gobierno se ha pasado a Ubuntu acompañado de un estudio interesado sobre el ahorro que esto supone en licencias. Luego sale otra noticia diciendo que los diputados tendrán un iPad de gratis y hay quien comienza a vomitar frasecillas sobre software libre y porqué no se utilizan las alternativas de código abierto o, más correctamente, alternativas gratuitas. Otra vez, uno de esos estudios que compara Windows con Linux y Microsoft Office con OpenOffice (o con Google Docs). Bueno, calma.

Una guerra un poco tonta. Cuando te pegas con aplicaciones de y para la administración pública (Junta, Ayuntamiento, Conserjería…) casi a diario y luego ves una soplapollez como la de arriba se te cae el alma a los pies y te preguntas si merece la pena terminar la carrera y continuar desarrollando tu trabajo en la oficina.

Cada vez la gente sabe un poquito más de informática y eso es bueno y malo a la vez, empiezan a dar por válidas afirmaciones que han leído repetidas y creen que abrir los puertos del router para que el eMule les vaya más deprisa es equivalente a haber estudiado Redes. De ahí se pasa a pensar que un sistema operativo actual sirve para cualquier cosa. Y por ende, todo lo que alguien puede hacer en Windows podría llevarse a cabo en un sistema gratuito (que para quien realiza estos informes es la mayor ventaja de según qué Linux). Y ciertamente, si el empleado tiene un ordenador para compartir los PowerPoint de los colegas, ver vídeos de Youtube y jugar al solitario mientras redacta o lee unos documentos de texto, pues sí. Pero es que ahora mismo eso lo puede hacer hasta con una Game Boy si nos ponemos. Sí, nos ahorramos la licencia de XP y de Office y hasta del antivirus. De ahí, no sé muy bien cómo, se extiende a que si junto a esta persona hay 400, nos ahorramos esos centenares de licencias y así se hunde la mala malísima Microsoft (o ahora, Apple). Señores, no es así. Y menos en organismos públicos. Primero, porque si utilizan Windows y Office es porque, en algún momento del día, van a utilizar algo de Windows y de Office, o solamente de Office, pero que no puede extrapolarse. Un ejemplo, Microsft Office Visio. Porque no todo es Excel en esta vida.

Aunque a lo mejor le sorprenda a la gente que detalla con más o menos arte las cifras del posible ahorro, hay muchos funcionarios que dependen de Visio. Para quien no la conozca (que alguno habrá) se trata de una herramienta de creación de diagramas y esquemas que se integra con el resto de herramientas de Office o bien puede mostrarse como un documento aparte. ¿Hay alternativas fuera de Windows? Sí, dentro del mundo Linux de escritorio hay decenas de programas que permiten realizar esta clase de dibujos, para UML, modelos Entidad-Relación, organigramas etc. Ahora, encontrar uno que aúne todas esas funciones y sea compatible (pueda leer, crear y modificar) con los documentos ya existentes de Visio, no. Y esto ya cierra muchas puertas. Yo, dentro de Mac, he encontrado uno que me encanta, más que el propio Visio, que permite hacer algunas cosas más, de una manera más sencilla y encima más bonito. La versión «Pro» de Omnigraffle, que encontrarás en Demonoid, porque como Pro que es, requiere soltar pasta (pero el XML que genera puede ser interpretado por Visio del mismo modo que un fichero de Microsoft se puede visualizar sin problemas en esta aplicación). ¿Qué quiere decir esto? Que pese a que existen alternativas, las que resultan competentes necesitan el apoyo de una fundación (léase Apache, Mozilla o las inyecciones de capital de Google) o no te dejan acceso al código porque ellos también tienen que comer. A propósito de esto he de afirmar que la versión manzanita de Microsoft Office, la 2008, pese a contar con menos cosas, (tampoco hay Project), es la más fácil de usar, agradable y cómoda de todas las que he probado. Por supuesto, mil veces mejor que la 2007.

¿Quiere decir esto que no se puede utilizar un sistema como Linux en la administración? Ni mucho menos, de hecho se utiliza, pero sigamos. Con la gente con la que más he tratado en estos pocos meses ha sido personal informático, generalmente desarrolladores de la Junta de Castilla y León. Y aunque, en efecto, entornos de desarrollo hay para todas las plataformas, los programas que los acompañan no suelen ser así, o, al menos, no suelen ser de libre distribución. Y es que en un post llamado «El software de las administraciones públicas para tontos» digo yo que las personas que trabajan a diario con ello tendrán algo que decir. Un ejemplo simple, podemos instalar Eclipse o Netbeans hasta en una cafetera si nos ponemos, que son gratuitos y libres, pero si tenemos que incluir en el paquete herramientas de Oracle aunque pueda funcionar sobre Linux, ya nos metemos en con el rollo de licencias. Siguen existiendo alternativas, descarto MySQL porque desde hace un tiempo pertenece a Oracle, pero Cassandra (porque Facebook, por mucho que se diga, tiene unos cerebritos de la hostia) o PostgreSQL están ahí, sin embargo se prefiere recurrir a Microsoft SQL Server porque no todo es la nube y las bases de datos orientadas a objeto no terminan de cuajar (que cuando lo hagan igual no flipamos tanto, pero hay que mantenerse a la espera). ¿Qué pasa entonces? Que se sigue con Oracle -asco y muerte- gracias a cositas como TOAD (de mi pueblo, por cierto), ese programa de pago que hace la vida con las bases de datos más llevadera y que, como podréis imaginar, funciona en Windows. Sí, puedes hacer que corra más o menos bien en otro sistema si te machacas, ahora, si te toca darte de codazos con cientos de sistemas prefieres, por tiempo, por comodidad y por estabilidad pagar un puñado de licencias y realizar una instalación sobre Windows del tirón. Sí, palmas más pasta, pero comienzas a trabajar mucho antes y de una forma óptima.

Lógicamente, no entro a valorar historias como la dependencia directa del entorno. Es decir, si dentro de un proyecto se va a desarrollar una aplicación móvil tienes que hacerte con un Mac y bajarte el SDK del iPhone, ir a Google y descargar el SDK de Android y hacer lo propio con Symbian y otros sistemas. Igualmente, si el público objetivo se encuentra dentro de un marco único (como puede ser Windows) o de primeras te piden que se realice para un sistema operativo seguramente no salgas de Microsoft Visual Studio, Xcode o lo que toque porque incluyen herramientas propicias para el entorno tecnológico donde va a implantarse.

¿Qué debemos hacer entonces con Linux? Pues como decía, Linux se utiliza y mucho, pero no de cara al público (ni, por lo visto, de los informes), y se utiliza pagando, ojo. Porque pese a la condición del sistema, al menos en esta comunidad autónoma, se tiende a contratar un mantenimiento, que también es caro. Aquí se coloca un servidor potentorro (que realmente son varios, pero no vamos a complicar más la madeja) con un Red Hat a prueba de bombas en la medida de lo posible que albergará el servidor de aplicaciones, bases de datos, servidor web y un largo etcétera. Y esto es imprescindible. Puede que en lugar de Red Hat sea su hermano CentOS, pero tanto monta.

Voy a ir concluyendo que seguro que tenéis mejores cosas que hacer un sábado por la tarde. No es tan bonito el mundo como lo pintan, y sed sensatos, se intenta ahorrar en todo, si se pudiese ahorrar también en pegatinas brillantes que dicen «This Software is Original» o cosas similares ya lo estarían haciendo. Porque a un concejal de festejos le importa menos esa pegatina que las llantas de aleación de 20 pulgadas con doble protección antibalas del Audi A8 que tiene para trabajar e ir a por los niños después del Carrefour. No hace falta decir que si su secretario puede suprimir las licencias para hacerle el mismo apaño a su A6 ya veríamos crecer las ventas de Audi, coches que, por cierto, no me gustan en absoluto.

Visto en: Documentación.