Un Lagarto Abuhardillado

RÍO HORTEGA, VALLADOLID
Lo prometido es deuda, y ahora que se habla tanto del Fórum y Afinsa, será mejor cumplir. Aquí os dejo un resumen de mi estancia en el hospital, y la operación de ‘apendicitis’:

• Llego al Hospital Río Hortera el día 3, miércoles de mayo, con dolores punzantes en un costado del estomago, apenas habían pasado las 10 de la noche. El doctor de Urgencias, tras una primera y breve inspección y unos análisis, decide que me lleven a “Rayos” y a “Eco” todo normal hasta entonces, eran las 12 y algo y yo ya estaba en la sala de ecografías cuando me encuentro con un rostro peligrosamente familiar, por supuesto no era la misma persona, pero se parecía mucho a otra conocida por todos, y a quien no pienso nombrar. Tras dormirme en la camilla por la espera, una enfermera me dice “Vamos, que vas a entrar en quirófano”, eran las dos de la madrugada. Dos minutos después, me habían dormido “artificialmente y cuando me desperté, me habían cambiado mi apéndice por un bonito suero, una cicatriz, y 14 grapas.
• La estancia en el hospital duró exactamente una semana, los primeros días fueron interesantes y extraños, todo aquello era un mundo nuevo para mí, nunca antes había estado ingresado por nada. Las visitas no se hacen esperar (sin contar con los omnipresentes familiares) y el viernes por la mañana, un día después de la operación, aparece por la mañana un chico simpático de cara redonda que se había pirado las clases finales, ahí estaba “Gomi”, cariñosa visita que se cumplimentó con otras tantas de compañeros por la tarde. Gracias a todos.
• Una vez sin suero, la comida era lo peor que levaba (junto con el pago por visión), la fama se la tiene ganada a pulso, la dieta blanda y yo no nos hemos hecho muy amigos, y por si alguien lo dudaba, el que hagan comida en cantidades industriales y luego te la personalicen con un papel, no indica que sea la mejor comida del mundo…
• Quiero dar gracias a mi familia que me aguantó sin rechistar, a todos los que fuisteis, a los que hicisteis perdidas, o incluso a los que enviaron a su madre para saludarme. Gracias también al equipo de enfermeras de la séptima planta, y a la chica que me cambiaba el café por Cola-cao, a la guapa doctora de las ecografías y al doctor Arteche por no materme cuando pudo.

PD: Aún me faltan algunos días para recuperarme, y que me quiten las grapas xD.