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Lagarto Pensando en alto

Buen comienzo de año, el resto, púdrete

Ayer lunes fui a El Corte Inglés a canjear la pasta acumulada, unos 15€, en la tarjeta DobleCero, como no tenía mucha idea de qué comprar para dejar de sentir el estúpido agobio de perder los 15 pavos (una sensación que los cerebros de ECI saben conseguir con asombrosa soltura, pues no pierdes nada, pero se parece a echar a la basura un dinero que has ganado, y te dejas comer el tarro).
La cosa fue así, cogí el bus y sin saber muy bien cómo terminé de charleta con Juan Antonio Quintana, que por el nombre no te dice nada, pero es el actor que hacía de abuelo en Ana y los siete. No debería sorprenderos porque pasa mucho tiempo en Valladolid. En fin, ya me había cruzado con él en alguna ocasión y casualidades de AUVASA ayer comentamos el clima, la marea de gente que puede moverse y caber en un autobús y si había visto El Habano, donde salía él (no, no lo he visto). Un hombre muy simpático.

Al llegar al citado centro comercial las hormiguitas con bolsas y regalos correteaban de una lado a otro, tras pasear durante una hora llego a uno de los sótanos donde habían colocado unos estantes con videojuegos, el Fallout 3 estaba con un 20% de descuento así que me lo pensé poco. Como es una planta de variedades al acercarme a la caja más próxima me encontré con gente que llevaba una cuna para perros, un jarrón, otro con cuchillos y más gente que no recuerdo. Ya digo, muchas personas esperando quemar Visa, como si fuese una oficina del INEM, y marcharse a casa un quehacer menos, una línea más que tachar de su lista de regalos. Delante mío tenía un optimista, a lo Zapatero, para entendernos, llevaba una caja grande ya envuelta (que se veía que era una lámina o un cuadro) y parecía no preocuparle la situación económica de los demás pues tenía intención de comprar bastantes artículos de decoración más. Delante de éste un tipo más rollo Solbes, conoce la situación y no sabe si dejar un regalo y gastar menos o no mirar y pagarlo todo. Y la primera de la fila, De la Vega, es decir, una mujer arrugada, estirada, con bigotillo y un abrigo fucsia que reviviría hasta a Freddie Mercury. Yo estaba más bien rollo empleado de la automoción, dudando entre aprovechar la oferta y gastarme 40 euros (precio final que había calculado previamente), o manifestarme en contra del establecimiento por querer forzarme a gastarlo. Detrás se me colocó una pareja Rajoy y Pepiño, el primero hablaba por el móvil con un acento wisi wisi que recordaba a Marianín, su colegota hablaba mal, era bajito, canoso y parecía entenderse con el ZP de la cola.

Desfilábamos y de mientras yo, que me aburro y me da por cotillear, veo que a todos les cuentan el mismo rollo navideño: Feliz Navidad y próspero 2009. En cambio, cuando llegó mi turno, la señorita terminó y me soltó un inquietante: Que tengas un buen comienzo de año. Si lo dice sonriendo parece más inofensivo, ¿verdad? Pero piensa, a todos les ha deseado, aunque haya sido con la boca pequeña, un buen 2009, es decir, doce meses de salud, dinero y amor. A mí no, a mí sólo buen comienzo, vamos, que por si por ella fuera los quince primeros días ojalá los pase de lujo pero luego ya me puede atropellar un camión, arruinarme en PokerStars y descubrir que la chica de vida (a quien debería conocer antes) está colada por mi peor enemigo.

Encima me lo dice a mí, que de cara a un empleo ahora mismo lo tengo bastante jodido, no, no podía decir Feliz Navidad a secas, me tenía que dejar a medias, destemplado, la tía calienta pero no cocina.

Vamos, hombre, ¿qué clase de perversa expresión es esa?

Visto en: ECI de Paseo Zorrilla.

10 respuestas a «Buen comienzo de año, el resto, púdrete»

Jajaja, es lo que se suele decir, pero sí que es cierto que tiene mala leche la frasecita. Que pases feliz año.

Me has recordado que tenía bastante ahorrado en mi tarjeta de ECI y no me lo he gastado, mier..

Pues yo creo que fue sincera. Es decir, se preocupo por tu comienzo del año, para el resto sólo era una frase que suelta automáticamente sin pensar en lo que dice ni a quién.

A ti te miró y cambió su frase por algo más elaborado y personal. – Que tengas un buen comienzo de año…

Tuviste suerte.

eso te pasa por ir al paseo zorrilla, si te hubieses dado un rulo por la cuarta planta de constitucion yo te habria vendido el fallout 3 (si querido hamijo, ahora vendo videojuegos en la 4 planta, pero solo hasta el dia 5)

Nos vemos, hormiguita

Pues fíjate… yo en toda la navidad nunca la deseé de motu propio… más bien todo lo contrario, cuando ponían el mensaje me enfurruñaba… y bueno, el año nuevo tampoco lo deseé a no ser que el cliente me lo dijera, y mira, ahora me alegro de no haberlo hecho, porque seguramente después de haber envuelto el tercer regalo no tendría buena cara y ese que tengas buena entrada de año hubiese sonado peor que el de esta chica… y no quiero imaginarme las legiones de clientes que pensarían que les estaba haciendo voodoo :P

Ahora en serio, estoy con Anthony, te dijo algo más personal, cuando yo atiendo a una tía buena lo hago… de hecho me convierto en el vendedor más amable y paciente del mundo… que te lo digna mis conpañeros ;) así que hala, descansa tranquilo, que a partir del día 15 no se te acabará el mundo… http://tinyurl.com/8wd5nv

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