Categorías
Lagarto Pensando en alto

No voy al dentista

Me llama mucho la atención esa fuerte imposición con la que nos educan según la cual al menos deberíamos pisar la consulta de un dentista una vez al año. He echado cuentas y (si no recuerdo mal) no voy a uno desde hace 7 años. Mi excusa es simplona, si una persona va al podólogo cuando le duele el pie lo normal es que vaya al dentista cuando tenga un problema dental. Y peor, pues generalmente las personas tendemos a no darle importancia suficiente al dolor de pies y terminamos por no ir a ningún sitio. No ponen anuncios repitiendo «Visite a su podólogo una vez al año». Es por poner un ejemplo.

Considero que un cepillado eficiente y una rutina de higiene básica es suficiente para mantener los dientes y la cavidad bucal sanos. Curiosamente parece que esto no es importante ni para los propios odontólogos, que cuando aparecen por la televisión es por un capricho de blancura radiactiva antinatural y no por caries u otros problemas. La gente quiere tener la piñata blanca como un folio antes que completamente sana. De acuerdo. Cualquier cosa mejor que aquellos dientes de oro. Si yo tengo heridas en la boca tiro de enjuagues que abrasan terriblemente la lengua hasta parecer retrasado cuando pretendes hablar, en menos de una semana se ha resuelto. Si la avería continuase terminaría pidiendo cita a un profesional.

Y esa es la clave, así como creo que con los niños pequeños se juega en otra liga y deberían visitar estas consultas más a menudo (y he de reconocer que jamás he conocido a nadie que tuviera miedo a los dentistas, ni de crío ni de adulto, si acaso al varapalo económico que supone pero que considero justificado), cuando te cepillas tres veces al día y no sueles tener problemas no existe ninguna obligación de realizarte análisis anuales o historias semejantes. En caso de haber necesitado aparato, brackets que dicen los de la prensa rosa en estos días, pues obviamente tienes que someterte a un seguimiento cuidadoso y posiblemente tengas que revisarte los dientes muy frecuentemente, exactamente igual que alguien con dolores al pisar y se está tratando con un especialista.

Pero, construyendo un post cíclico, como he dicho al comienzo, nadie va anualmente a que le miren los pies a ver qué tal anda, literalmente.

Visto en: ¡Mamá, se me ven los huesos!

Categorías
Lagarto Pensando en alto

Chapas sobre hielo

Acaban de concluir los Juegos (que no deportes) Olímpicos invernales. Sí, a todos nos la ha soplado y con razón. España «se ha traído» cero medallas, ya veis, estas cosas parece que no se consiguen. A ver, no es de extrañar, nos hacen creer que somos mediterráneos; sol, playa, gorros mejicanos de paja en las fiestas (algo que no he comprendido nunca), cervecitas (en contraposición a las enormes jarras bávaras) y poquito más. Y eso que montañas tenemos unas pocas y esquiadores famosos los ha habido, pero no, somos unos paquetes en estas cosas. Y no es por fastidiar, pero hasta Kazajistán (Gran Nación) se ha llevado una, ¡y de plata!.

Viendo la clasificación me extraña ver el mal puesto de Canada, terceros. En primer lugar Estados Unidos. Hay una guasa respecto a esto y es lo que me ha hecho ver con cierta sorpresa el resultado (aparte de conocer que Canada siempre ha jugado como local en todo) y es que prácticamente el 70% del hielo de los estadios estadounidenses es canadiense. Lógicamente las regiones limítrofes disponen de agua congelada para aburrir, pero la zona central y el Sur lo compra a Canada y lo lleva en bloques mediante varios camiones frigoríficos. «¿Y cómo lo sabes?», preguntaréis los más avispados. Pues es una historia muy corta, así que ahí va, cuando tenía 15 años conocí a una canadiense estudiante de Literatura Irlandesa, de 16, pasamos un par de tardes juntos (puede que alguna más, pero nada que pueda llamarse «salir») y aparte de sorprenderse de que yo supiese situar Toronto y Ottawa en un mapa me explicó cómo funcionaba la NHL, la cual, como tantas otras ligas, comparten entre ambos países. Se llama Kate, supe que estaba estudiando Ciencias Políticas en Boston y no tuve más noticias suyas hasta Facebook. Cotillas.
Con esto quería dejar claro que aquí EEUU hace un poco de Jamaica, isla donde el hielo lo conocen por la Coca-Cola, sólo que en esta ocasión con un resultado muy meritorio.

Si ellos pueden nosotros no vamos a ser menos. Sólo tenemos que encontrar o inventar un juego que atraiga a la gente y animarse a que se federen. Propongo las carreras de chapas sobre hielo. Ya tengo lema para la campaña de lanzamiento: Menos rozamiento, más velocidad, el mismo impacto. ¡Hazte con todas!. Porque obviamente o aquí nos echa una mano la gente de Matutano y The Coca-Cola Company o nos dan por saco. Y ya está, más divertido que el Curling y menos sexista, ¿qué es eso de ir barriendo?
Además que la superficie puede reutilizarse si tiramos de las mesas de Hockey-Mesa, valga la redundancia, otro de esos juegos que debería profesionalizarse.

¿Quién se apunta?

Visto en: Vancouver 2010.