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Coca-Cola Light Lima y patatas Buffalo flavour

Ah, Irlanda, cuántas cosas maravillosas pasan por esa isla. Hoy, mientras paseaba por el parque escuchando lo último de Bisbal (que por cierto, es muy, muy bueno, el mejor disco que he comprado jamás, unos coros y unos acordes y un… no hay palabras, flipante, la Sinfónica de Londres parece estiércol  a su lado) me he acordado de dos productos que compraba casi a diario y que no existen en España, al menos que yo me haya enterado.

Coca-Cola Light con lima, acidez suprema

Inventazo, señores. Seguramente se comercialice en muchos países, de hecho Pepsi hizo algo parecido aquí, pero no es comparable, el refresco de The Coca-Cola Company sabe mejor. No es más que Coca-Cola Light (que a mi juicio sabe algo más dulce que la normal, no como Zero que sí mantiene el sabor) pero con un punto extra de picorcillo gracioso conseguido por el fruto de la lima. Magnífico. Hay quién echa de menos la de vainilla en su super mercado, hacedme caso, esa gente no tiene ni puta idea.

Coca-Cola con Lima

Patatas fritas con sabor búfalo, el salvaje Oeste por medio euro

Uno de las mayores contribuciones al mundo por parte de los irlandeses (y siempre según AskMen) son las patatas con sabor a. Mis preferidas eran las de búfalo. Aquí tenemos de jamón, de queso, con orégano, con picante… no, de búfalo. Ah, no os hacéis una idea de lo que me apetecería devorar ahora una bolsa de patatas así, qué derroche de sabor a patata frita y bocanadas de rancho y John Wayne.

Patatas a la búfalo, ñam

Visto en: Tesco.

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Jajajás

Marshall Mathers

Un M&M dentro de otro

Visto en: Detroit.

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Motivos para abandonar tu propio blog

Hace un par de meses os dejé tirados y me costó volver a coger el ritmillo de escritura (por la cantidad de comentarios creo que todavía no lo he hecho) y no llegué a decir ni por qué dejaba esto ni si pensaba retomarlo, ahora sólo queda responder a la primera pregunta.

Mientras estaba fuera me mantuve parcialmente atento a lo que pasaba por aquí, clicándome en el AdSense desde la universidad y haciendo otras obras de caridad sin levantar sospechas, y hubo gente que, en lugar de preguntar por qué lo había aparcado preguntaba directamente si pensaba escribir más entradas algún día. Otros jugaron a intentar adivinar el por qué de la marcha, muchos insistieron en que me había emparejado y que vivía perdidamente enamorado de alguna joven lozana de melena morena que me daba cancha. Es obvio que no. Sigo igual de solitario (y disponible) que entonces.

El blog es secundario y no te importa, dices

Terminé metiéndome demasiado por aquí, cuando empecé a penas me llevaba media hora al día. Ahora no cuento el tiempo pues siempre estoy al tanto de lo que ocurre, escriba o no, del ambiente. Y está bien, es divertido y entretenido, si te sabes organizar es perfectamente compatible con las clases (hace un año también me tocó ajustar horarios con el currito de becario y conseguí mantenerlo todo), pero al final te aburre.

Sí, aburre. Aburre porque ves algo y al rato otro ha mostrado lo mismo, porque una opinión que en origen te parecía original no es más que una traducción de otro blog con un lenguaje más rimbombante, te aburre porque crees que eres diferente pero estás haciendo lo mismo que los demás, te aburre porque miras si lo que quieres escribir no lo has escrito ya.

Te aburre porque el blog ha perdido la gracia

Juegas a adivinar qué comentará cada uno (si comenta), quién se enfadará (y preparas tu propia defensa en caso de que aciertes), juegas a no hacer lo mismo de las semanas anteriores…

Pero fallas y te repites. Y no hay mucho más que hacer. Yo intenté evadirme de esa rutina internetera, entre otras cosas cambiando el theme, borrando muchos blogs del lector de feeds, no abrir el panel de edición de WordPress y olvidar -momentáneamente- lo que son las páginas mostradas y los usuarios únicos, utilizando internet y el ordenador de otra manera más productiva y lúdica, desprestigiando la gran mierda que es la blogosfera (que no es tan grande como parece), centrándome algo más en las clases y, en definitiva, dejando parcialmente de lado todo lo que tuviese que ver con esto.

Había llegado el momento de dejarse de mirar el ombligo, que de eso anda sobrado este medio. Y para mí eso era motivo más que suficiente para abandonar todo este chiringuito durante un tiempo. No es una justificación, más bien una reprimenda al entorno. Entorno al que, por cierto, he vuelto pero no de la misma manera de como me fui.

Y para los de las dudas, si Natalie me pidiese más tiempo para ella echaba el candado a eso en menos de lo que el Rey Arturo cuenta hasta 5.

Visto en: 03:19

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Jajajás

Polvos Pika-Pika

Pikachu haciendo cochinadas

Visto en: Flickr.

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Pensando en alto Tecnología

Las gitanadas de los libros de Informática

Hoy es el día del libro y llevaba ya un tiempo con este tema en la cabeza, el calendario me lo sirve en bandeja. El tema de los libros técnicos está mal organizado, yo me voy a centrar en los de Informática porque son los que mejor conozco pero imagino que debe ser igual en otras áreas, sobre todo si tienen que ver con alguna ingeniería.

La cosa va así, hay muchos libros, de muchas editoriales, de muchos autores y de muchos precios. Pero de entre todos ellos, como es normal, hay unos cabecillas cuyos libros están mejor considerados que otros, lógicamente porque el que lo publica ya ha hecho méritos antes. Esto quiere decir que si tú escribes un buen libro sobre redes será un buen libro sobre redes, pero no el Computer Networks de Tanenbaum, porque Tanenbaum es mucho más conocido que tú y ha hecho muchas más cosas que tú. Y esto me parece bien y me parece normal.

Pack de dos libros de Tanenbaum

Ahora bien, ese libro nuevo ronda los 50€, que puede parecer un precio elevado para un libro, sobre todo porque las ediciones anteriores en buen estado pueden encontrarse por 20€, por supuesto que el nuevo siempre estará más actualizado que el viejo, pero la diferencia de pasta te hace pensar si merece la pena. Pese a todo hay quien no se decide por ninguna de las dos opciones, o al contrario, por las dos, y aquí ya entramos en un tema donde el dinero tiene poco que decir.

Los PDFs de libros de informática

Son la cosa más rastrera, gitana y cutre del mundo bibliográfico. Pero yo tengo varios, muchos, más bien. El último, en castellano, Ingeniería del Software, un enfoque práctico, de Pressman y que si buscamos por el título encontramos enlaces al PDF por doquier. Es un libro que, como los demás, es caro, y como todos los documentos que no se han pensado para distribuir en PDF, difícil de leer. Una de las ventajas de éstos archivos es que, si no está formado por escaneos de las hojas de los libros, te permite buscar directamente en el contenido además de no ocuparte espacio tonto en ninguna bolsa, mochila o bandolera como el libro de 640 páginas que realmente es, pero también es cierto que el índice está bien organizado y no es un libro para leer en el autobús cual Niño del pijama de rayas (que podría ser Pocholo). La otra opción es mandar imprimir estos libros, a razón de 20-35€ cada uno (depende de las páginas y lo que nos cobren por cada fotocopia). Y vamos, por ese precio puedes encontrar de sobra las anteriores ediciones de los libros, sin los últimos cambios pero completamente funcional (o esperar a que salga una nueva revisión y comprar la que está ahora) incluso puedes sacar orgullo y adquirir por algo más -puede que el doble- la edición actual o el más parecido de Anaya, pero no, hay gente que se coge su PDF y se gasta los 30€ en la copia, con su anillado y portada plastificada incuídos. Una gitanada extrema.

Y la solución es bien sencilla, bajar el precio del artículo nuevo e intentar suprimir el mercado de segunda mano. A mí me vendría de perlas.

Visto en: ¿Y qué decir de  O’Reilly? Probablemente la editorial que más redes P2P ocupa.