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Volviendo a Windows cariñosamente (virtualización)

Pensé que no volvería a manejar el escritorio de la colina verde ninguna vez más en mi ordenador, que los tiempos de los cuelgues y pantallazos habían quedado en el olvido, y aunque a Linux se le haya ido la cabeza y me haya dejado tirado un par de veces, no es nada comparado con el maltrato que sufría trabajando con el sistema de Microsoft.

Hay gente que tiene suerte y no le da ningún error, las aplicaciones les van de maravilla y el sistema no se congela cada poco tiempo, los envidio.

Por una cosa o por otra, me ha tocado hacerle un hueco en los discos duros. Dudaba entre si instalarlo nativamente o recurrir a la virtualización, que tan de moda está en esto de las tecnologías. Como me conozco y sé que soy un patán con las particiones di una oportunidad a VirtualBox, un software de gratis que crea una máquina virtual donde poder instalar Windows sin estropiciar nada, como VMWare, Parallels o lo que se os ocurra. Tras leer varios manuales, entradas en foros y otros resquicios de acciones exitosas de la gente, lo descargué y lo instalé. Una gran ayuda el hecho de que los desarrolladores se acuerden de la arquitectura AMD64, que en el mundo GNU/Linux deja bastante que desear, todos terminan obviándola.

Tras una supuesta instalación limpia, al ejecutar me da errores, permisos incorrectos. ¿Cómo? ¿No tengo permiso para ejecutar parte del programa? Carajo, qué raro. Tras meterme en Google un rato hayo una posible solución -lo siento, he perdido el enlace-, la aplico, reinicio… et voilà. Arranca bien.
Sin miedo, creamos una máquina nueva, siguiente>siguiente sin contemplación, todo perfecto y lo dejo tal cual venía por defecto. El único cambio es la tecla para cambiar entre el huésped y el sistema invitado, se ve que los de Packard Bell no son muy dados a incluir el control derecho en sus teclados.

Virtualización

Previamente había descargado una copia plenamente pirata de Windows XP Professional del aMule, y tan ricamente que me la ejecuta la máquina, el problema más grande ha sido encontrar un M8J3M-QRKTX-HT48F-R8CDV-4V27J. Como véis, un juego de niños.

Ahí estaba yo, feliz, con mi sistema nativo estable, mi sistema invitado instalándose, navegando y escuchando música todo a la vez y con relativa fluidez, todo con 512MB de RAM, y cuando digo navegar digo Firefox deja de comerte esos recursos que vas a engordar. VirtualBox me ha sorprendido.

Si alguien es está preguntando el motivo que tengo para trabajar con Win puede tranquilizarse que ahora viene la respuesta, en Programación utilizamos las librerías bibliotecas de Borland, para Windows. Además, en Bases de Datos la implantación de Access es indiscutible. No es que esté muy de acuerdo con estos programas, pero de momento me toca aguantarme. Oigo voces que me gritan que dé el salto de UNIX a UNIX de ricos, pero aún no. He hecho alguna prueba con OSX86, pero no ha salido del todo bien.

Retomando el tema de volver a utilizar Windows… me ha hecho ilusión. Y es una tonería porque esta misma mañana he pasado 4 horas con él, y de ellas la mitad en el propio Borland. No es que lo echase de menos, en casa me toca lidiar con él siempre que a mi hermana le pasa algo en el portátil, simplemente, me ha hecho ilusión verlo arrancar aquí. La misma ilusión que me hacía meter el comando «dir» en MS-DOS, de reengancharme el momento en que me metía más plenamente en este mundillo de la Informática. Y ya llevo cerca de un año siendo un acérrimo retractor de Windows, en parte, por mi situación de linuxero marginado.

No comprendo por qué, y doy gracias a Dios por que sólo tenga que utilizarlo para pequeñas cosas, no de contínuo, para picar código y para las bases, pero me han venido a la cabeza todos esos juegos que tenía listado en el menú Inicio. Ahora no me vicio como antes al PC, no puedo. Pero con la Nintendo al lado tampoco tenía necesidad. Y ya dejé claro que sí hay buenos motivos como para que vuelva a adoptar este sistema como nativo. De un tiempo a esta parte dí por hecho que esa adopción no se llevaría a cabo en mi máquina, en parte, por falta de potencia, ya que la placa base no da más de sí y ésta es toda la memoria instalable. Y sí, acepto que se me caiga el sistemacada para de horas aún sin estar haciendo nada, pero me he sentido extrañamente bien oyendo la música que acompaña eso de Bienvenido.

Visto en: Virtualbox, Windows Fundamentals bajo Linux.

13 respuestas a «Volviendo a Windows cariñosamente (virtualización)»

Hay una diferencia fundamental entre WINE y la virtualización: wine no emula nada (de hecho, significa Wine Is Not an Emulator), sino que implementa de manera nativa todas las funciones del API Win32 de Windows. ¿Qué significa esto? Que si funciona con WINE, el programa funcionará igual que en Windows (al menos en teoría, una vez soluciones posibles fallos de DLL’s, rutas, etc.).

Y la virtualización yo la veo como el futuro, más que nada porque permite tener entornos independientes completamente funcionales y aislados entre sí, sin que la seguridad (o inseguridad) se una de las máquinas virtuales comprometa la seguridad de otras.

Por cierto, como no lo comentas igual no lo has probado, y es una maravilla: instala las Guest additions de VirtualBox en la máquina virtual (cargando un CDRom en la MV ya las tienes preparadas para instalar desde un setup.exe), y se te hará la vida mucho más cómodA: redimensionamiento de la ventana que alberga el SO hospedado al tamaño que quieras, «captura» del cursor sin tener que hacer click ni pulsar el teclado… comodísimo!

Ah, para acabar con el tocho de antes… cuando he leído que usábais Access para modelar las bases de datos, casi me da un síncope. Lo tuve que sufrir cuando aún no conocía suficiente mysql como para usarlo, y no me gustó la experiencia, sobre todo con el SQL modificado que usa.

Y quizás te interese buscar la versión Embeded del Windows XP, que es mucho más ligera, y es ideal para ser virtualizada, porque consume menos recursos y va más fluida.

En su momento hice una partición en el MacBook con BootCamp e instalé XP. Al día siguiente, después de lo que me costó (hube de reinstalar Mac OS X Tiger), la borré.

Y ayer tuve que usar Windows para downgradear una PSP vía Pandora y me puso de los nervios.

Aún así, creo que lo prefiero a Linux.

Efectivamente, en esa página recogen varios númeors de serie reales subidos por los usuarios desde logs de un programa, creo que invluntariamente, pero se publican en abierto.

Zetxek, se me había olvidado, pero sí instalé las herramientas en el invitado. Buen apunte. Sobre Embebed Windows, verás, la movida es que necesito a la fuerza el Xp Professional, si no hubiese tirado por al versión más básica del sistema.

En otro orden de cosas, WINE lo utilizo en ocasiones puntuales con programas muy determinados, en cambio la máquina virtual con Windows está para un uso más de seguido.

El hecho de haber elegido virtualizar antes que particionar es lo que decía en el post, miedo a cargarme alguna partición y tener que reinstalar todo de nuevo.

Pues otro virtualizando. Ayer metí Win XP vía VMWare Fusion y perfecto, acojonantemente bien. Y lo mejor es que se me chupó el número de serie usado (pero original) y me lo activó sin problemas!!

Whiskito virtualizando no se consigue aceleración 3D así que olvidate de jugar al WoW en VMWare, VirtualBox, … La mejor opción para esto sigue siendo Wine, que como han dicho por ahí son las librerías de Windows pero hechas para Linux. (Más o menos)

Yo me voy a virtualizar el W7 en cuanto se me quite la perrería, nada más que por snobismo no os vayáis a creer que mi jackalope va de puta madre.

Se me ha aflojado el braguero de la risa con lo del Unix para ricos… y eso que estaba dandole vueltas a la cabeza para hacerme un Hackintosh.

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