Categorías
Pensando en alto

Sorteo Extraordinario de Navidad 2.0

Con suerte alguno de mis lectores se ha convertido millonario, yo no, clic al AdSense. Quiero pensar que ya habéis adivinado por dónde van los tirones de este, previsible, me-cago-en-la-leche-post. No soporto a los niños de San Ildefonso, no entiendo qué tiene de vistoso el sorteo en sí, no comprendo a la gente que descorcha el champán y sale a la calle porque ha ganado 200 euros y me da miedo tener un décimo premiado y olvidármelo por ahí o dejármelo en el pantalón que he echado a lavar.

10011000111010110

  • Los niños de San Ildefonso. Ayer intenté no ver el conocido sorteo porque, de verdad, escuchar la misma cantinela una y otra vez me da dolor de cabeza. Pero lo que me preocupaba no era eso, sino los chavales, que sí, que van vestidos de uniforme de colegio de monjas pero cuando miré la tele vi a una niña emo y a una latin king. No he visto a quienes hayan dado el gordo y como ya ha pasado la fiebre, eso que me ahorro. A parte están los padres, que se siente orgullosos de que sus hijos den un premio. ¿Soy el único a quien esto le parece una soplapollez? Si de verdad es aleatorio no sé cómo puedes estar orgulloso de algo así. Estadísticamente es muy difícil que tu crío diga «3 millones de euros». No veo el encanto que se les supone a esta panda de chiquillos de voces agudas y apariencia terrorífica.
  • El sorteo en sí. Parece sensato que apostar al caballo ganado sería lo mismo que coger todos los números que han tocado y ver la terminación que más se repite, al menos para intentar asegurar «lo puesto». Un simple ejercicio de estadística. Afortunadamente es algo inútil ya que realmente todos los números están en el bombo y la probabilidad de que salga tu décimo (con cualquier premio) es remota, una entre 1787. Al hilo de esto no entiendo cómo hay personas que ven normal gastarse 100 euros, 200 o mucho más en lotería sabiendo que difícilmente pueden, si quiera, recuperar la inversión y le parece una locura y una tontería apostar euro y medio en Bet & Win, o como se llame ahora, a que un partido de fútbol acabará con un resultado determinado, cierto que la ganancia es menor, pero es más fácil controlar los resultados plausibles ya que el azar pierde identidad. Pese a todo esto entiendo que la presión social, ingrata influencia que tanto nos atañe a nosotros humanos, del «Sí, hombre, me voy a quedar yo sin probar suerte, quita, quita, que luego mi vecino se compra un Audi y se vuelve insoportable» consiga reunir tantísimo dinero y genere tanta ilusión (y lo poco que dura, ¿eh?).
    Otro aspecto que no logro entender es el del horario del sorteo. Por la mañana, con gente trabajando o haciendo sus compras navideñas. Un programa así, que sabes que hará que millones de personas vean la tele, es carne de prime-time o, como poco, de horario de concursos (a eso de las 8), cuando la gente ya llega a sus hogares y puede verlo en familia. Como el mensaje del rey, que, al fin y al cabo, lo de la lotería también lo ponen en todas las cadenas.
    A esto habría que añadirle un par de puntos que descienden directamente del sorteo, primero, comprobar los boletos es un proceso lento (hoy se venderán tiradas de periódicos con un «Especial con todos los números» y habrá alguna paginilla por ahí que, previa introducción del número, muestre si ha habido suerte o no. Y, por otro lado, la gente que celebra saltando que en ese pueblo ha tocado algo, comienzan a saltar justo cuando llegan los de España Directo o similar, y se gastan más en la celebración que lo que les puede haber tocado. Llamadme raro, pero 300.000€, el gordo, no te solucionan la vida. Vamos, adiós a la onírica idea de comprarte una isla en el Pacífico Sur y jubilarte en ella. Con suerte pagas la hipoteca y haces algunos cambios en tu vida. Por supuesto que es una gran ayuda, no lo dudo, es una inyección de liquidez excepcional porque no tienes que quitarle impuestos como al bote de Pasapalabra, pero se queda en eso, una ayuda.

Explicado esto y sumándole el miedo que confieso en el primer párrafo os explicaré, mis muy fieles, bonitos, guapos, simpáticos y cariñosos lectores, cómo modernizar (de una puta vez) el sorteo navideño más famoso del mundo (y lo digo en serio).

Primero, bajar le precio de cada décimo a 10 euros, creo que se vendería más, tanto a la gente que suele comprar por tradición como a los que nunca se han animado. El mayor número de ventas podría superar la cantidad de dinero que se lleva la Administración por lo que se podrían aumentar no el número de premios pero sí la cuantía de los premios grandes. Nada de vender la moto de que se dan 3 millones de euros, que sean premios directamente al décimo, un premio gordo de 500.000 (al décimo) y cinco premios menores de 100.000 (al décimo). Para sufragar esto pueden fumarse muchas pedreas, que, de verdad, la diferencia entre no ganar nada y que te caigan 100 eurillos es una sonrisa fugaz porque apenas te da para invitar a tu familia en un restaurante decente. Si te toca la lotería que te toque en condiciones.

El concurso podría retransmitirse por televisión o no, pero, por favor, que supriman a los chavales falsamente educados. Diría que sería mucho más rápido emparejar números con premios informáticamente (yo mismo tuve que hacer un programa que simulase un sorteo de Navidad) pero, por supuesto, si lo quieren poner por la tele lo bonito es ver a gente al lado de bombos, a mí me toca las pelotas, pero claro, los yayos se te tiran al cuello si pones una pantalla en la que salen todos los premios en un segundo (porque claramente «eso está trucado», y sería realmente tentador). Pero liberaría de una pesada carga de tres horas televisadas con estúpidos niños cantarines que son más famosos por sus voces que por sus logros académicos.

Si, de casualidad, me hago millonario, quiero saberlo en ese mismo momento. No tener que revisar hojas y hojas de periódico del día siguiente y comprobar repetidamente cada boleto para no saltarme ninguno. Esto es sencillo pero puede dar miedo a los obsesos de la seguridad. Yo compro un décimo (o N décimos) al Estado, esta gente ya tiene mis datos, «son de confianza», lo suyo sería que ofreciesen un servicio gratuito de mensajería de tal forma que te pregunten si quieres contratarlo y así enviarte un SMS con imágenes navideñas y todo eso, por ejemplo, y en el momento de que salga tu número escuches un bip-bip. Sería algo parecido a esto: «Enhorabuena, ha ganado 25.000€. Es usted un nuevo rico. Procedemos a subirle los impuestos. Ministerio de Hacienda, Gobierno de España.» Y ya está. Lo sorprendente es que Movistar no haya sacado nada parecido aún, ni gratuito ni de pago. O al menos no conozco ninguno.

Otra cosa es lo de cobrar los premios, si la cuantía es pequeña podrás cobrarla en una administración de lotería normal y corriente, si se trata de mucha guita te hacen ir al banco, dar un número de cuenta etc, si trabajas por la mañana olvídate, a ver si el jefe te deja un rato libre, cuidado que esa sucursal no es, la oficina está cerrada, ahí va la leche, que me he dejado la cartilla en casa y no me sé el número. ¿A quién no le ha pasado? Yo suelo ir a cobrar premios millonarios frecuentemente. No, coño. No. De nuevo, la Administración ya sabe dónde tiene que realizar ese ingreso, todo mucho más transparente.

La única pega que le veo es en el funcionamiento de las participaciones, pero para eso seguiría vigente el método tradicional, ¿verdad?

Visto en: ¡Y QUE VUELVA EL CALVO!

3 respuestas a «Sorteo Extraordinario de Navidad 2.0»

Los niños de San Idelfonso son huerfanos ¿no? O eso me habían dicho toda la vida.

El resto del tinglado me sobrepasa… sobretodo porque mi madre en Navidades pierde la razón. A toro pasado si que dice «pues si que nos hemos pasado» o blablabla… pero es llegar el año que viene y pierdete. Si ya lo dice mi padre, que cuando él tenía que vender boletos se iba de bares, empezaba a hablar con la gente y los acababa colando a base de relacionarlos con alguna chorradilla supersticiosa, aprovechándose del «por si acaso».

Eso sí, el año que viene el que me toca vender a mi por la comisión de fiestas cae seguro ¿eh? Ir ahorrando porque va a ser el premiado. Y tal.

Aunque con años de retraso, yo tampoco soporto este sorteo, hace 40 o 50 años aún tenía sentido pero en la actualidad lo veo casposo a más no poder!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *