Ojetesfera

O de cómo Hugo perdió su reino.

Hace ya unos meses me coroné dando una idea medianamente concisa a lo que hoy conocemos como Infamesfera. Es curioso que yo vuelva a plantear el tema desde aquí porque la gran mayoría de lectores que tengo proceden de allí y no de Aún más cosas que nunca te dije, exceptuando lectores y comentaristas propios que salen de vez en cuando y dejan su huella en mi buhardilla, además de otros que empezaron aquí y luego dieron el salto, pero bueno, una minoría.

De un tiempo a esta parte y tal como se predijo, Alexliam ha ganado terreno a Hugo (y eso que estaba remontando), el motivo es sencillo, aunque nos duela, el infame tiene cosas infinitamente mejores que hacer que intentar llevar el blog, y eso es así y nos alegramos por ello, si estuviese en su situación haría lo mismo, mandaba a la mierda internet sólo por estar más tiempo con quien quisiera. Dicho de otra forma, me ayudo de su ausencia para asestarle esta puñalada y conseguir su continuo odio hacia mi persona que se traspapela entre conversaciones vía Pidgin/Adium. Pero no nos hagamos los tontos, que esto ya lo sabemos todos, incluido él.

Ahora que estamos un poco destapados, el autor que nos arropa y su fiel ejército de seguidores (y porrón de lectores) ha desbancado al anterior. No conozco datos estadísticos, pero por lo que intuyo el volumen de tráfico generado por Alexliam (al menos en cuanto a visitantes y comentadores) supera al de Hugo.

Como tercer candidato estaba Auster, que también se vaticinó su caída, y es que decían que iba demasiado rápido, lo cierto es que le falta tiempo para matar en estas gilipolleces blogueras. Finalmente, con el ego por el cielo, yo, sin afiliarme a ningún partido no iba a ponerme a gobernar tal montaña de desvaríos.

Al salir de cuentas, esto es lo que cuenta: Misma situación, diferente líder. Alexliam: te ha tocado dirigir la orquesta de la Ojetesfera. Que es como la he querido bautizar, sin saber si soy el primero que lo hace o si este tema se ha tratado ya.

Visto en: No te enfades, Señor Rosa.