Categoría: Cine y TV

Sí, ¿qué pasa? Yo soy ferviente seguidor de Bricomanía. Ese programa que vive a la sombra de Karlos Arguiñano. Porque allí donde va Karlos, va Kristian Pielhoff. El Tim Allen español.

He intentado hacer algunas de las cosillas que este hombre se marca, pero han sido un fiasco incomprensible. Es fácil piensas, coges esa madrea de allí, lo untas con la porquería aquella y lo lijas con eso otro. Luego con el spray del fondo lo barnizas, y listo, ya tienes tu bonito truño de madera con un cable y una bombilla a lo que cariñosamente llamarás «lámpara de mesa«.

Vale, pocas veces sale lo que en la tele. Pero me gusta. De hecho he llegado a descargarme episodios y resúmenes de cómo se hace y todo, pero ni aún así, naranjas de la China, la lámpara no mola tanto como en la tele, y eso queridos lectores, no mola.

¿Entonces por qué cojones te gusta Bricomanía? Sencillo, los sábados me acuesto tarde, por tanto los domingos me despierto tarde, a eso de las 12 o la una, y, ¿qué echan por la tele a esas horas? Exacto, Bricomanía. Y eso de tener tu cola-cao calentiro mirando cómo un hombre de barba y pelo largo (algo extrañamente familiar para mí) da ilusiones a la gente de que en Leroy Merlín serán más felices que los niños en Toy r us es irónicamente encantador…

Nota 1: Pongo la etiqueta de Cine por no crear ninguna otra, ya ves que vago soy.
Nota 2: Para extranjeros, Bricomanía es un programa de televisión donde NO SALE ESA PRESENTADORA.

Visto en: Tele5

No soy ningún experto en cine, que conste en acta, señoría.
El perfume, resumiendo, esto es un pavo huérfano que se cría en París y es gafe, tiene un olfato de la leche y con él es capaz de oler a kilómetros. Pero como nadie le ha enseñado lo que está bien ni lo que está mal se dedica a matar a jovencitas (una de ellas muy guapa) para conseguir la esencia de su olor. Fin.
Quien lo entienda que se lo coma. Y si le gusta, que lean el libro. Pero me parece una película absurda y el actor principal sólo tiene un gesto -bastante bobalicón, por cierto-.

A propósito, casi al final de la peli toda una ciudad se monta una multiorgía que flipas, pero aún así, no mola.

Visto en: el cine

Tres rugidos del león de la MGM y allí empezaba, Casino Royale.
Sí, lo sé, todo el mundo sabe que es una peli de James Bond, pero hay que decirlo, la nueva película de la saga del agente 007 al servicio de su majestad. Bond, James Bond.

NOTA: Si no has visto la película no deberías leerlo, no es sólo una opinión, aporto datos que «destripan» el argumento, pero son pocos, ¿eh?

Daniel Craig: Yo pertenezco a esa generación que identifica a James con Pierce Brosnan (y viceversa), es decir, un caballero británico (aunque sea Irlandés) con clase, arrogante e irónico en algunos aspectos, pero galán. Y Daniel Craig… bueno, es irónico… pero me parece un cachas que va de duro, con poca clase amante del riesgo y las temeridades (demasiado tontas). No quiero decir que sea un mal James Bond porque toda la historia busca en parte eso, que no sea perfecto.
Y, ¿por qué?, fácil, tenemos ante nosotros a un agente recién ascendido a grado 00. Sus primeras misiones con esa distinción, por lo tanto ha de ser un Bond «novato» e incluso rudo, y todo esto sí que lo consiguen en la cinta, James es más inocente de lo que parece, se llega a comprometer personalmente con las chicas Bond, ya no son tan solo meros objetos por los que obtener información (y llevar a la cama). De forma que vemos cómo Bond se replantea totalmente su futuro, hasta que al final entiende todo, claro, es Bond.

Póker, un vicio caro y frío. Tan frío como los cálculos matemáticos que son necesarios para ganar. Yo no juego al póquer, soy más de mus, lo siento, no entiendo mucho de ese juego. Como se puede intuir del título, Casino, el juego es una pieza clave para el desarrollo de la acción, y de hecho, juegan una larga partida de póquer donde mueven varios cientos millones de dólares.

DBS: Es decir, como destrozar un Aston Martin, sí me dolió, pero al menos el AM del 64 lo dejaron bien.

Un último apunte, si esperáis ver una buena introducción con música elegante y siluetas de chicas guapas con cuerpazos, olvidaos, vereis a un Bond dando de hostias a otro tipo (con sus siluetas eso sí) y a unas cartas de póker que van de un lado para otro.

Visto en: Cines Broadway