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Pensando en alto

Los comerciales de emergencia de ‘Compro Oro’

No sé si en todas las ciudades estos crápulas actúan de la misma manera, pero para mí que es denunciable. O no, ni idea. El caso es que me molesta y lo dejo por escrito, antes, al menos, de que se me llene el garito de locas demasiado jóvenes como para jugar con ellas y demasiado mayores como para llamar la atención a sus padres. Me consta que por las mañanas ponen en la televisión anuncios de empresuchas que se dedican a pedir las joyas de la gente, «El valor más alto del oro», negocio fino. Los collares que ya no usas por cien euros que te durarán un suspiro. Pues de lujo. Si a alguien le apaña, genial, si alguien aguanta el visionado (en otras palabras, diagrama de MS Office, ¡pero qué bueno!) de más de siete consejos de esta clase sin arrancarse los ojos le pongo una estatua donde quiera.

Cosas de la crisis, no hay pelas y hay que tirar para adelante como sea, muy loable, y tal.

Ahora bien, lo gordo, lo que realmente me revienta, los comerciales (por llamarlo así y no «hombre anuncio») de las «oficinas» de Compro Oro. Antes eran tiendas de segunda mano, Cash Converters o Montes de Piedad para los leídos. Esta gentuza coloca por las calles a gente (casi, casi pongo personas) que en lugar de llevar el conocido cartelito amarillo con una cartulina en el frontal y otra detrás se han pasado a los chalecos de emergencia. ¿Qué pasa con esto? Que los confundes con obreros o, peor, con alguien que ha tenido un problema con su vehículo. Y cuando te conoces la calle, sabes que no hay ninguna obra por esa zona y te encuentras, viajando en coche, con los reflejos cítricos (esto es, de color naranja, limón o lima) entras en una fase de alerta que puede llegar a ser peligrosa y que siempre comienza con un «¿Y ahora qué cojones pasa?» y concluye con «Pero si es uno de Compro Oro dando por culo, cago en la puta». Y se me llevan los demonios, leches.

Como dice un amigo (que de leer esto se atribuirá la gracieta), ¿si llevamos a una de estas gerencias áureas, por decirlo así, una partida guardada del Age of Empires, cuánto nos pueden dar por el oro recogido?

Y lo sé, tengo el blog hecho trizas, el ritmo de publicación ha disminuido y apenas respondo comentarios, no me gusta, cuando me asiente y me despeje un poco acelero de nuevo. Aunque no sé cuándo será, pero hasta entonces chitón, y aquí,

Paz

y después,

gloria

Visto en: Tráfico con lluvia, que siempre viene bien…

6 respuestas a «Los comerciales de emergencia de ‘Compro Oro’»

Debo decir que amo tu forma de despedirte en esta entrada, sublime…
Por mi ciudad también los hay, y también siguen dando bastante asco, ahora mismo, ante la posibilidad de crisis total y destrozo del actual sistema, los ricos aprovechan para conseguir el único bien que nunca pierde su precio, el oro.

Algunos podríais pensar: ¿y la plata? No, la plata sólo puede ir perdiendo valor, ¿por qué? Porque ya se puede crear artificialmente en laboratorios, y ya sabéis que cuanto mayor es la cantidad de algo, más barato está.

(Y pensar que escribo todo esto enterrado en apuntes de fisica… :S)

A mi lo que me da mal rollo de verdad es que las tiendas de Compro-Oro no se ven desde fuera, tiene toda la cristalera tapada con los precios al que te compran el oro y tal… Si lo que hacen ahí es legal no se para que esconderse tanto.

Hugo; ¡Oh, Dios mío! ¡No recordé una entrada de hace más de dos años y medio y se me ocurrió una tontería idéntica! ¡Hijos de puta! Ahora los de South Park también se me echarán encima.

Además, mi Paz gana a la tuya.

Calli; no tengo noticias de nadie que haya entrado en alguna, lógicamente tampoco de nadie que haya salido (chachán…).

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