Categorías
Blogs Buhardilla Lagarto Música Vídeo

Eric Clapton, Tears in Heaven

Con esta canción despido el año 2007, Lágrimas en el Cielo. He escogido a Clapton por ser el protagonista de mi malintencionada broma de hace unos días.
Personalmente no ha sido un año demasiado malo, he conocido a mucha gente, maravillosas personas, el blog ha crecido de forma exponencial, he descubierto que la burocracia sigue igual de mal, que los de arriba siguen con los bolsos llenos, que los de tráfico son unos hijos de perra, que en el amor… nada.

[youtube VRsJlAJvOSM]

Bueno, no quiero ser muy pesado, confío en que os guste la canción, que incluye karaoke. Sed buenos.

Feliz 2008.

Visto en: Youtube.

Categorías
Fotografía Los píxeles del jueves

Los píxeles del domingo

Estela


Visto en: Flickr

Categorías
Blogs Lagarto

Amigos que no se ven

Todo comenzó hace unas semanas con una iniciativa de Ryu. El resultado fue que tenía que hacer un regalo (según tengo entendido he acertado) y hace unos días que recibí el mío.

Guía de San Francisco

Se trata de una guía de viajes de la ciudad más soñada por quien escribe, San Francisco («Fake tales of» para los más árticos), con lo que Gorka ha dado de lleno.
Me la he repasado de arriba a abajo y hasta he marcado varios puntos de interés, locales modernos donde nunca creí que quisiera entrar, cervecería con más variedad que Bud (agh!) y Bud Light (AGH!!), miradores donde rellenar tarjetas y tarjetas de fotos… y por qué no, inmobiliarias para intentar alquilar un apartamento.

Gracias.

Visto en: Buzón físico.

Categorías
Lagarto

Vestido con batas de plomo

Me gustaría haber hecho una de esas estúpidas, pero graciosas, bromas que se ha trabajado la gente como mandaba la fecha. No ha sido así por una sencilla razón, desde Nochebuena (que estuvieron mis abuelos en casa y son aficionados a sobrealimentar a las mascotas) Mus, mi perra, vomitaba y se encontraba mal, cansada, triste. Y eso nos daba pena, parecía que remontaba, hasta hoy que ha vuelto a empeorar. Con la alarma creada a causa de la situación del animal me presenté en el veterinario con mis padres.

Unas preguntas, indagaciones, exploraciones… En un momento dado mis padres me dejaron sólo con el doctor y su ayudante, una joven que era la reencarnación de Heidi cumplidos los 20, con coletas infinitas al más puro estilo tirolés.

En este preciso instante, con mis padres a un par de kilómetros recogiendo no recuerdo qué, me pidieron que pusiese a la perra en la mesa de rayos. La coloqué, el perro temblaba y como es lógico, desconfiaba de un hombre que le había metido un termómetro por el recto.
Con el animal en posición, bajo la fuente de rayos, me colocan unas manoplas y una bata azul que me resta bastante movilidad. Una vez vestido desalojan la sala y me quedo completamente sólo, con un panorama desolador. Creo que verme rodeado de instrumentos que recuerdan a la máquina que hace «pi» de la película Monty Python y el sentido de la vida es de lo más triste, tétrico y siniestro que me ha sucedido jamás. No le recomiendo a nadie tener entre sus manos , sujeta con fuerza la vida de otro, inmovilizado y a la espera de órdenes, sabiendo que mañana tendrá que volver para un nuevo análisis.

Visto en: Clínica veterinaria.

Categorías
¿Cómo hago para...? Curiosidades Pensando en alto

El imperativo de «ir» es «ve»

Recuerdo la primera vez que escuché «ves» para referirse a «ve». La frase fue del tipo: «ves ahí y siéntate», en un concurso de televisión presentado por Nuria Roca donde sorteaban una casa, pero sin condimentos de reality como Telecinco.
La verdad es que no sé muy bien por qué extraña razón prestaba más atención a su forma de hablar que a sus pechos, como todo chaval que se precie, sólo recuerdo que el «ves» me sentó como un soplido de Chuck Norris en la boca del estómago.

Este verano una compañera de trabajo no hacía dos frases seguidas sin soltarlo, errando una y otra vez, pero como sabemos, queda muy mal corregir en público a la gente. Y uno, por educación (y por un ingreso a fin de mes) se calla.
La diferencia es que como a mí ni me conocéis ni podéis ponerme quejas en persona, cosa que me da derecho a hacer con vosotros experimentos lingüísticos de este tipo exigiendo que se pasen por alto errores sintácticos o gramaticales que el escritor de este texto pudiera cometer.

A sabiendas de que el que se ocupa de educarnos e intentar que hablemos con propiedad es Auster, yo también quiero apuntarme un tanto.

Como premio, una regla mnemotécnica: si dudas, lo cambias a forma reflexiva y arreglado, de ve a vete y de «ves» a «veste», que es la manera como los argentos dicen «te ves».

Si te ha gustado o resultado útil, ya sabes qué hacer.

Dale a la jodida publicidad

Visto en: Repostar con relleno.